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Los escalofriantes envíos de niños por correo

El correo y su evolución podría sorprender a más de uno. En el siglo 20 se tomó la decisión en la Oficina de Correos de Estados Unidos se transportar paquetes grandes a través de este medio. Muchas compañías privadas se vieron favorecidas tras añadir este servicio, fue así que correos como el Parcel Post expandió su alcance de venta a numerosas comunidades rurales del país.

Este servicio se llevó a cabo durante el año 1913 y permitió que millones de estadounidenses disfruten de un acceso sin restricciones a todo tipo de bienes y servicios. El personal que ejercía este trabajo era visto como personas fiables y honradas, probablemente hayan adquirido muy buena reputación ya que no pasó mucho tiempo para que algunos padres envíen a sus hijos por correo. Envíos de niños por correo

Primera vez

La primera pareja que decidió optar por este curioso medio de transporte fue una pareja de Ohio, Jesse y Mathilda Beagle. A unas semanas del inicio del nuevo servicio enviaron a su hijo de 8 meses, James. ¿A dónde iba? De acuerdo con una historiadora, el objetivo de estos padres era que su pequeño bebé llegue a manos de su abuela, quien vivía a una corta distancia de Batavia. El límite de peso de envío era 11 libras, el bebé superó esta cantidad por poco, por ello su desplazo fue posible. Lo increíble es el precio, ya que el pequeño viajó por solo 15 centavos de dólar. 

No faltó tiempo para que esta inusual historia aparezca en los medios de prensa escrita de la época. Durante los próximos años estas historias se hicieron comunes, sin embargo, hubo un caso que particularmente adquirió popularidad. 

Marcando records

El 19 de febrero de 1914 Charlotte May Pierstorff marcó un hito, fue enviada por correo en tren desde su hogar en Grangeville hasta la casa de sus abuelos. Recorrió 73 millas de distancia y nada más y nada menos que por 53 centavos. La historia inspiró a escritores, naciendo así un popular libro llamado Mailing May

No pasó mucho tiempo para que la prensa hiciera eco sobre estos casos. Se logró que en 1915 el director general de los correos dictara la normativa de prohibir a todos los carteros recoger y entregar seres humanos.

Este escalofriante suceso donde se priorizaba el ahorro antes que la seguridad de los niños, es un hecho bastante alejado de nuestra realidad. Hoy, en lo primero que piensan los padres antes de subir al auto es en transportar seguros a sus hijos.

Sin regulación

Según Antonia Gómez de monederosmart.com, este tipo de situaciones eran posibles debido a que por la época no existía ningún tipo de regulación que garantice la seguridad de los niños. ‘’Hoy en día el propio estado establece leyes que obliga a los padres a tomar las medidas de prevención necesarias para cuidar el bienestar de un menor. Es así que, en el mercado encontramos cada vez productos más especializados como cunas de viajes, sillas para bebés y su transporte, así como canguros para facilitar a los padres su movilización’’, declara Gómez. Claro está, hay contextos surrealistas que desconocemos. Antiguamente, la vida de los menores de edad corría peligro y la esperanza de vida en general no era muy alentadora. Esto ha ido cambiando con la evolución de los estados, la tecnología y una lucha constante por los derechos humanos.

Redacción NdM

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