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Leyendas urbanas: Elisa

Llamamos leyendas a esos cuentos que normalmente han pasado de padres a hijos a través de los tiempos, historias de las cuales rara vez conocemos su versión original, en los tiempos actuales estos cuentos han dejado paso a otras historias, historias que igual que sucede con las anteriores, desconocemos quien fue la primera persona en contarla, historias que tal vez, solo tal vez, guarden entre sus palabras algo de verdad, historias que conocemos con el nombre de “leyendas urbanas”.

Leyenda Urbana

Cuenta que los padres de Elisa decidieron tomarse un fin de semana como segunda luna de miel, dejando a esta adolescente, rebelde y festivalera sola en casa. Como la noche estaba fría y lluviosa, Elisa decidió invitar a sus amigas a pasar la noche con ella y organizar una fiesta de pijamas.

Se pusieron a jugar a “prenda o prueba” , el juego consiste en hacer una pregunta a quien le toque el turno, si falla, deberá decidir entre quitarse una prenda que lleve puesta o pasar la prueba que decida la jugadora que le hace la pregunta.

Al llegar el turno de Elisa, esta falló la pregunta, eligió prueba, y María una chica de aspecto gótico, y de mirada algo siniestra era la encargada de decidir cual seria, tras pensarlo un poco le dijo:

  • Ve hacía el cementerio del pueblo y grita: “atreveos, muertos, ¡¡matadme!!”.

La leyenda urbana de Jinn Um Al Duwais

Elisa no era de las que se daba por rendida a la primera, de modo que cogió una se fue al cementerio, sus amigas las siguieron, con el fin de comprobar que realmente realizaba la prueba.

  • Atreveos muertos, ¡¡matadme!!Gritó Elisa a pleno pulmón. Bueno, ya lo hice, ¿no? pues vámonos de aquí.
  • ¡No! dijo María esta es sólo la primera parte del reto. Debes escupir en esa tumba de allá lejos.
  • ¡Está bien!.

Peligro

Elisa se acerco pero antes de escupir a la tumba leyó en la lápida:

  • “Elisa Ramírez Mendoza, tu familia nunca te echara de menos. Día de la muerte: hoy”

Elisa lanzó un gritó de terror, se giró para correr hacia sus amigas pero… habían desaparecido.

Justo donde ellas estaban había otras tres lápidas:

“María Sánchez Román, deseamos que estés en un lugar mejor. Día de la muerte: 3 de marzo de 1894”
“Irene García Iransoda, sentimos todos tu muerte. Día de la muerte: 3 de marzo de 1894”
“Rosa Martínez de los Riscos, te deseamos lo mejor en tu nuevo lugar. Día de la muerte: 3 de marzo de 1894”

En ese momento oyó una voz:

  • Murieron, hace años, todas juntas. Murieron en la que ahora es tu casa, haciendo la ouija. Estas condenada. Morirás, si, lo harás. Ellas te odian, quieren que tú mueras. ¿Por qué? porque necesitan más almas en pena para matar y matar.

Elisa se giró para ver quien le hablaba de esa manera. Era una mujer vestida de época con su vestido manchado de sangre un cuchillo clavado en la cabeza. No tenía pupilas.

  • ¿Nunca has visto a  una mujer asesinada ? dijo la mujer.

Elisa murió en el acto. Al volver a casa, sus padres encontraron que alguien había escrito algo en el suelo:

– “María, Irene, Rosa, y ahora Elisa”.

Fran González

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