Una momia y la bala en el cerebro

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Mi nombre es John Smith. Evidentemente es falso, no soy tan burro como para publicar mi nombre auténtico y mas en este caso. Licenciado en física teórica por Stanford, intenté publicar mi tesis en la revista Scienctific American. Mi teoría de cuerdas trenzadas en macramé no obtuvo la aprobación del consejo directivo .Gracias a una generosa donación de papá y al chantaje al redactor en jefe de publicar sus fotos practicando la necrofilia con la momia de Nefertiti, conseguí la publicación.Aquí les contaré mi historia con la faraona y una bala que provocó lo inesperado

Tuve que soportar todo tipo de chanzas por parte de la comunidad científica. Inclusive Stephen Hawking me llamo burro con su voz de ordenador en un mensaje de Whatsapp.

Los hechos.

Pasé una temporada enganchado al trago, la cocaína, la oxicodona y alguna cosa mas que no recuerdo, consecuencia, un brote psicótico que te cagas. No hay mal que por bien no venga, en el brote vi clara mi parte de personalidad psicótica y tome una decisión.

Al salir del hospital psiquiátrico, me dirigí a un antro de la sexta con la 24. Por 500 pavos compre una Beretta de 9 mm con el numero de serie limado. Mi objetivo: Matar a Stephen Hawking.

Siguiendo la estela de mis referentes como  Marc David Chapman , asesino de John Lennon, Lee Harvey Oswald que supuestamente se cargo a Kennedy o Charles Manson, decidí liquidar a Hawking para por lo menos ganar una justa fama.

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Un viaje extraño con agujeros de gusano.

Viajé a Londres y pedí una entrevista con él, sorprendentemente a los pocos días recibí la confirmación. No entendí el por qué de la rapidez, pero allí me dirigí. Hawking me recibió en su estudio y yo para no perder tiempo saque la pistola y le comunique mis intenciones. Impertérrito  el tipo me dijo que lo entendía y me pregunto si antes del asesinato podíamos tomar unas copas.

Continua

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