San Biritute: El Santo Fálico
San Biritute: El Santo Fálico
Cuentan, que todo se originó en el día que fue descubierto.
Ante la visión del tótem fálico, Carlos Zevallos Menéndez exclamó utilizando el latín popular “Sana Virtute”, la gente como suele suceder a menudo, escuchó otra cosa…”San Biritute”
En una pequeña comunidad, de la Peninsula de Santa Elena(Ecuador), Sacachún. Existe una figura, de un hombre tallado en piedra marina. Entre cuyas características figura un gran pene, señalado por uno de sus brazos y rodeado por el otro.
En torno a él, los habitantes de la pequeña localidad realizaban ritos a la lluvia golpeando con un látigo al ídolo, mientras que las mujeres representaban actos de dolor por el castigo infringido al ídolo. Cada dos de noviembre, se efectuaban ofrendas a San Biritute, para pedir protección por el alma de los difuntos.
Situado en el centro de la plaza del pueblo, junto con una cruz de madera, ambos objetos simbolizaban claramente la mezcla de ritos y creencias que aun hoy día conviven en el pueblo americano desde los días de la colonización.
En 1940 el entonces alcalde de Guayaquil, Carlos Guevara Moreno. Con la ayuda de la fuerza pública se llevó a San Biritute, fuera del alcance de sus adoradores y a pesar de las reclamaciones que hubieron por parte de los habitantes de Sacachún, no obtuvieron ni tan siquiera respuesta alguna.
Desde esos días la vida en Sacachún cambió, el campo antes verde y pródigo se volvió opaco y seco. La lluvia se alejó de la Península, y la miseria y la pobreza fue invadiendo a sus habitantes, muchos de los cuales se alejaron para siempre de su tierra. Algunos en cambio se mantuvieron en sus casa, manteniendo vivo el recuerdo de su ídolo, y convencidos de que este volvería algún día.
Recientemente, representantes de la comunidad decidieron reclamar lo que consideraban suyo. Acudieron al Museo Municipal de Guayaquil y pidieron a su director la devolución de San Biritute. La respuesta. . . Devolver al idolo a su pueblo es volver a tiempos primitivos, no se puede entregar a lo sacucheneños. Todo y pese a la oposición del propio director del museo, Paco Cuesta, que afirma que regresar el ídolo a su gente es lo más acertado, y así lo ha expresado públicamente: “a la comuna Sacachún se le privó de esta deidad en un acto de intolerancia, de irrespeto y de inquisitoreal ignorancia evangélica”.
San Biritute, fue encontrado en el cerro “Las Negritas”. Centro probablemente de ceremonias muy importantes, junto a ocho esculturas de piedra. Con 8.55 metros y con una circunferencia de 1.47 metros, en su parte más ancha.
Son esculturas de hombres y mujeres desnudos.
Al depositarlo en el museo. Se le cercenó de su miembro viril en “homenaje a la moral social”, ya que iba a estar a la vista pública.