Ricardo Torres: bombita
Ricardo Torres: bombita
Aseguran que cuando en la estación de Montcada no había llegado Ricardo Torres, Bombita, el tren no arrancaba. «Encara no marxem?» (Aún no marchamos), preguntaban los viajeros. «No, esperem al torero» (Esperamos al torero), contestaba el maquinista. Os contamos la historia de Torre bombita
Ricardo Torres «Bombita» dicen los aficionados a la tauromaquia, entre los que no me cuento, fue un mítico torero sevillano.
Panteón familiar
Los restos mortales de Torres descansan en el panteón familiar de su esposa, María Regordosa, perteneciente a una familia de la burguesía catalana, en el pequeño cementerio de Santa Coloma de Cervelló.
Entre las distintas propiedades que el torero atesoró en vida, hoy nos desplazaremos a una en concreto, una finca en Montcada (Barcelona) una finca cuyo nombre era el de Ca na Joana, y que tras la compra por parte del torero fue conocida como “Torre Bombita”
En manos del ayuntamiento desde 1985, fruto de una cesión gratuita de Ricardo Torres Rocamora, hoy en día se encuentra en un estado ruinoso y de total abandono.
Suceso luctuoso
El único suceso trágico del que se tiene noticia, a pesar de que un lugareño afirma que en otra ocasión encontraron a otro hombre muerto en el interior de la casa, ocurrió el 11 de octubre de 2010 cuando un hombre murió aplastado a causa de la caída de un muro.
El fallecido, de unos treinta años se encontraba en el interior de la finca, junto a otro hombre que resultó ileso y que fue quien dio la voz de alarma.
Nunca se conocieron ni el motivo que provocó la caída de la pared nunca, ni que hacían los dos hombres en su interior.
Investigadores de lo paranornal
Hoy día “Torre Bombita” se ha convertido en lugar de peregrinaje de curiosos e investigadores de lo paranormal, algo pasa en la casa y sus alrededores, ¿El qué? No tenemos ni idea, pero en nuestro último programa, los amigos de la “Asociacio d´amics del misteri de Catalunya”, oncon psicofonías como “Te veo”, o “Salí de la cárcel” nos demostraron que cuando la visitaron, no estaban solos.
“Torre Bombita” no es única. Son muchos los lugares abandonados o no, donde parece que algo acecha, que algo se queda tras la marcha de algunos de sus moradores. Sus recuerdos, sus momentos, su espíritu. Algo impregna sus suelos, sus paredes y su aire, algo, que en algunas ocasiones, se deja ver, oír y sentir. Algo que quizás lo único que pretenda decirnos es “Sigo aquí”.
“Una casa tan vieja como ésta, se vuelve con el tiempo, en un ser viviente.” (La Cumbre Escarlata)
Fran González