Quizás el cielo y el infierno existan de verdad
Quizás el cielo y el infierno existan de verdad
A continuación nos planteamos tras el programa realizado ayer si quizás exista el cielo y el infierno
Cielo o infierno, ¿qué importa?
Charles Baudelaire
¡Arderás en el infierno! ¡El cielo puede esperar!
¿Frases hechas? Sin ninguna duda, pero hubo un tiempo en que muchos creíamos que el tanto el cielo como el infierno eran lugares reales. Si eras bueno ibas al cielo, si eras malo arderías en el fuego eterno.
El infierno del Islam es un lugar repleto de fuego, humo, y aguas sucias que hierven. Allí yacen demonios, humanos, dioses falsos y genios. Todos los humanos condenados son gigantes, pues así aumenta su dolor. De él solo saldrán algún día los pecadores monoteístas; aunque, en opinión de unos cuantos, Alá se apiadará de todos al final de los tiempos.
El judaísmo hace su primera mención del infierno en el libro de Daniel, alrededor del año 200 a.C. y de manera bastante tardía: “(12.8) Y muchos de ellos que durmieron en el polvo de la tierra se despertarán, algunos a la vida eterna, otros a la perpetua vergüenza y rebeldía
En el budismo, Avīci ( “sin ondas” “sin olas”) es el nivel más bajo del Reino Naraka o “infierno”, en el cual un ser que ha cometido graves fechorías puede renacer.El budismo enseña que el renacimiento en el Naraka es temporal, mientras no se termine de consumir el mal karma que fue creado.
Patalas
En la mitología hindú, reciben este nombre las regiones subterráneas e infernales. También se llama particularmente Patala, la última y más profunda de estas siete regiones.
En ellas reina Yama, divinidad a quien sirven muchos seres que se ocupan en distintos oficios, entre los cuales está el de seguir el curso de las enfermedades y apoderarse de las almas que han perecido en los combates y siniestros, presentándolas al tribunal de Yama.
En los Patalas, hay un registro donde se anotan todas las acciones de los hombres, lo cual se tiene en cuenta para que las almas vayan a habitar uno u otro de los Patalas, según sus culpas.
Los castigos que reciben los condenados son terribles, como los de hacer pasar al que se castiga por el ojo de una aguja, andar sobre el filo de un sable y con las manos atadas, exponer al condenado a los picotazos de los buitres y otras aves de rapiña, soportar grandes pesos, nadar en charcos de líquidos asquerosos. Pasado el tiempo de purgación, o bien al cabo de una yuga (era), en que cambian las cosas, pasa el alma a habitar el cuerpo de un animal, luego el de otro y, por fin, el de un hombre. Después de una serie de metempsicosis, se une en el gran ser que es el alma universal del mundo.
La visión del cristianismo sobre el infierno, creo que ya es de sobras conocida por todos
De niño, me costaba creer que ese Dios infinitamente bondadoso pudiera condenar a nadie a un tormento eterno. Con el paso de los años fue con la justicia divina con la que tuve conflictos, ¿Cómo pueden ser juzgados de la misma manera un nacido en mantas de cartón que se tiene que enfrentar diariamente con la supervivencia y aquel que es envuelto en sabanas de seda y jamás conocerá penuria? . Al llegar a adulto, sencillamente dejé de creer en Dios, y por tanto en el infierno.
Esta vida no todo cuanto hay, de eso estoy seguro, y ante esto los incrédulos y negacioncitas lo tiene claro, nadie a vuelto para contarlo. Pero otros creemos que existen algunas personas que si han vuelto, que las ECM no son ni imaginación, ni sueños, ni ninguna distorsión de la realidad provocada por el momento, que aquellos que han tenido una experiencia cercana a la muerte realmente iniciaron un viaje que se vieron obligados a abandonar porque su billete era para otro día.
Nos hemos acostumbrado a testimonios sobre la luz, la paz, el amor y el no querer volver, todo parecía ser maravilloso, y yo me preguntaba si siempre era así. Pues no, también hay otras no tan maravillosas, oscuridad, miedo, violencia y la visión de un inframundo más propio de una película de terror que otra cosa.
¿Porqué no hay apenas testimonios de ECM negativas, muy fácil, a nadie le gusta reconocer su maldad, a nadie le gusta asumir que va a sufrir un castigo de duración indeterminada por su comportamiento, y en definitiva, supongo que a nadie le gusta creer que el infierno pueda existir.
En ti se resume mi teoría surrealista acerca del cielo y el infierno. Los dos son tú. ¿Que opinas de que quizás exista el cielo y el infierno?