Origen de la brujería

Empecemos por la etimología de la palabra. Tal vez pensemos que es una palabra muy antigua pero en realidad, la palabra BRUJA es relativamente moderna, de la Edad Media. Carmelo Lisón Tolosana nos dice que su origen hay que buscarlo, en el s.XIII en los Pirineos. Según él aparece por primera vez a finales del s. XIII, sobre 1287, con el término ” bruxa” en un vocabulario latino arábigo, y que su significado equivale a súcubo o demonio femenino. Vamos s descubrir el origen de la brujería

Desde que existe el mundo no ha habido ninguna época en la que el hombre no haya hecho algún tipo de práctica ocultista. Pero ¿ qué pasa antes de esas fechas?,¿ no existían las brujas?, antes había adivinas y hechiceras, pero no brujas. La palabra bruja se ha utilizado siempre en plan negativo, para designar algo maligno o satánico. La persecución de las brujas, alcanzó unas proporciones desmesuradas en la Edad Media, pero con anterioridad la iglesia había aceptado ceremonias populares de carácter pagano por remontarse a épocas anteriores al cristianismo y por entender que no se oponían a este.

Retroceder en el tiempo

Hasta el s. XIII los brujos, curanderos o adivinos solamente eran castigados con la muerte si producían algún daño concreto e irreparable. El cristianismo, no se oponía a la creencia sobre hechos extraños en la naturaleza ya que la iglesia creía en los milagros de los santos, pero sí se oponía cuando los ” milagros ” provenían del demonio y no podían permitir que la gente creyera que todas esas personas que tenían ciertos poderes eran seres ” divinos” así que debían a toda costa erradicar estas creencias. En este punto nació la brujería que, hasta este momento, había sido hechicería.

Mirando hacia atrás en la historia podemos encontrar una gran diversidad de practicas ocultistas.

El mago más antiguo que se conoce se remonta a 30.000 años y lo podemos ver en las cuevas de Trois Frères ( Francia), estuvo oculto durante millones de años hasta ser descubierto en el s.XIX. Esta pintura rupestre muestra a un hombre bailando con una máscara de ciervo. No sabemos si era un encantador de animales, cuya danza los hipnotizaba y atraía a la tribu para darles caza o quizá, la forma en que veía el artista a un espíritu de la naturaleza, similar al dios celta Cernunnos.

Egipto y el ocultismo

Pero lo que si podemos saber a ciencia cierta es que nuestros antepasados creían en una extraña fuerza oculta que era capaz, de dominar los poderes de la naturaleza. La dependencia del hombre de las fuerzas de la naturaleza aumentó cuando aprendió a cultivar la tierra. Ahí surgió un culto hacia los poderes de la fertilidad en el mundo de las plantas, y a su vez, por un interés hacia la astronomía. En estas primitivas comunidades se empezó a hacer una división entre lideres religiosos y curanderos, hechiceros, brujas y profetas, cuya misión era expulsar a los demonios que causaban las enfermedades.

En el antiguo Egipto sedaba una gran importancia al poder mágico de las palabras o sonidos como los producidos por el sacerdote al pronunciar el nombre de algún dios. Los egipcios usaban talismanes y amuletos hechos de diversos materiales ( madera, cerámica, piedra) y , el Faraón gozaba de un poder mágico ya que era el Hijo Divino de Ra, dios del Sol. Gracias a esto podía tener relaciones sexuales con la sacerdotisas, la cual representaba a Isis, espíritu de la tierra.

Grecia

Téocrito nos cuenta como Simetra realizaba ritos para conseguir el amor de su vida, algo muy usado a lo largo de todas las épocas.Petronio habla de Enotea en su Satiricón, y cuenta como prepara un conjuro con carbones encendidos, pez, habas, hocico de cerdo, legumbres . Enotea vaticinaba según la forma de flotar las avellanas en un cuenco de vino, y podía leer el futuro en el hígado de un ganso.

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Tenemos también en ” El Asno de Oro” de Apuleyo, una bruja llamada Pánfila, con ella vemos por primera vez la relación creada entre brujas y lechuzas, ya que Pánfila se untaba todo el cuerpo con ungüentos y acababa transformándose en lechuza para, de esta guisa, realizar sus hechicerías.

Óscar Ventura

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