Misteriosa Entidad en la Estación 13
Hallazgo Aterrador en Siberia: Misteriosa Entidad en la Estación 13
Recuerdo que fue hace mucho tiempo cuando trabajé en la Estación 13 en los profundos páramos de Siberia. Yo era mucho más joven en ese entonces, cuando la estación 13, un puesto avanzado soviético de la Guerra Fría, todavía estaba activo. Fue un día de otoño, seis días después de que unas estrellas fugaces iluminaran la noche oscura. Uno de nuestros aviones de suministros trajo noticias a la estación de un pueblo a un día de distancia. El pequeño asentamiento había sido atacado; humo blanco salía de las casas de madera y no se veía a nadie.
Decidimos investigar el pueblo en busca de sobrevivientes y la causa de la catástrofe. El paisaje siberiano no es fácil de transitar, por lo que usamos caballos para avanzar. El camino a través del bosque fue lento, rodeados de árboles coníferos, que recordaban una misteriosa explosión de hace medio siglo. Finalmente, llegamos al pueblo al atardecer, y lo que encontramos allí nos dejó aterrados.
Animales depredadores como osos y lobos cargaban hacia nuestro grupo, y los caballos se inquietaron. La situación se volvió caótica mientras luchábamos por mantener el control. Fue en medio de este caos que la mujer, Daria, habló de sus sueños y visiones perturbadoras. Había visto la llegada de una entidad malévola, una que afirmó ser un testigo, algo más allá de la comprensión humana.
Las descripciones de Daria revelaron que esta entidad estaba ligada al polvo blanco que invadía la región. Temíamos que esta entidad se dirigiera hacia nosotros y hacia la estación. Nuestro viaje se volvió una carrera contra el tiempo mientras corríamos hacia la estación 13. Pero al llegar, encontramos un horror aún mayor: la estación estaba en ruinas, todos los ocupantes habían desaparecido o muerto, convertidos en polvo blanco.
Nos dimos cuenta de que esta entidad estaba relacionada con el polvo blanco, una sustancia que podía convertir a los seres vivos en polvo. Los sistemas de alarma en la estación seguían sonando, recordándonos que aún había peligro. Desesperados por escapar, regresamos a la estación principal, solo para encontrar más rastros de destrucción y abandono.
La sensación de que esta entidad aún estaba presente nos perseguía, y nuestra única opción era advertir a otros y encontrar respuestas. Pero ¿cómo se puede lidiar con una entidad que desafía toda lógica y comprensión? La pesadilla en Siberia nos recordó la fragilidad de la humanidad ante lo desconocido y lo terrorífico.