Meditación para niños
Meditación para niños
La meditación guiada para niños influye en su comportamiento. El hecho de meditar una o más veces por semana hace que se muestren menos nerviosos y más asertivos. El objetivo es que aprendan a observarse a si mismos, sus emociones y, así , ayudarles a madurar.
Los niños sufren las mismas emociones que los adultos: miedos, ansiedad, estrés, etc., hecho que no siempre tomamos en cuenta.
La meditación no sólo puede ayudarnos a nosotros a controlar éstas emociones, sino que puede ser muy beneficioso también para ellos. Si el niño se siente a gusto con la meditación, con su práctica se volverá más tranquilo, más imaginativo y, lo más importante, aprenderá a dominar sus impulsos.
La vida que llevamos hace que todo sea deprisa, con una cantidad de información que, a veces, resulta difícil de digerir y asimilar, haciendo que nuestra mente esté siempre ocupada. La meditación hace que la mente se relaje, como si le diésemos al botón de pausa.
No sólo es importante una actividad física para mantener el cuerpo en condiciones óptimas, también es necesario el ejercicio mental para mantener la mente sana y fuerte.
La meditación guiada en niños tiene que ser voluntaria y no forzarla, haciendo a que el niño se adapte poco a poco ya que todos los que tenemos críos sabemos lo difícil que es mantener su atención de forma continúa. Cada cual tiene que encontrar sus tiempos, pero con paciencia y práctica todos lo consiguen.
“Si todos los niños de ocho años se iniciasen en la meditación, Se erradicaría la violencia en una sola generación.” Dalia Lama