Matrimonio Post-mortem
Matrimonio Post-mortem
El matrimonio post-mortem es una tradición que aunque nos puede resultar extraña, Francia es el único país en el mundo que lo contempla en su código civil.
Permite que un ciudadano puede contraer matrimonio con una persona fallecida. Ya sea una viva y otra muerta, o incluso dos personas fallecidas. Bajo la figura de ‘Matrimonio Post-mortem’. Con ello, la contrayente puede adoptar el apellido de su difunto esposo. Pero no tienen derecho a recibir una pensión, ya que no tiene ninguna consideración financiera. El/la novi@ pasa directamente a ser viud@, sin pasar por el estatus de civil de espos@.
Un fragmento del artículo 117 del Código Civil reza:
«El Presidente de la República puede, por motivos graves, autorizar la celebración del matrimonio si uno de los futuros esposos falleció luego de haber cumplimentado formalidades oficiales que indicaban inequívocamente su consentimiento. En tal caso, los efectos del matrimonio son retroactivos a la fecha del día precedente al deceso del cónyuge. Sin embargo, tal matrimonio no entraña ningún derecho de sucesión ab-intestato en beneficio del esposo sobreviviente reputándose además que no existió ningún régimen matrimonial entre los esposos».
Por ello, el contrayente vivo debe solicitar la autorización al presidente de la república, este a su vez remitirá la petición al ministerio de justicia. Posteriormente, un juez será el encargado de contactar con la familia del fallecido, comprobará que están de acuerdo y que se cumplen todos los requisitos.
Entre los requisitos está el demostrar que existían planes de contraer matrimonio. Puede ser un anuncio oficial o una fecha reservada en alguna iglesia o juzgado. Existen casos de solicitud, en los que las mujeres descubren que están embarazadas, después del fallecimiento de su pareja, pero no es suficiente para demostrar dichos planes.
La presa Malpasset
Esta tradición comenzó, en diciembre de 1959, con el estallido de la presa Malpasset, en la localidad francesa de Fréjus, con este trágico acontecimiento se produjeron cientos de muertes. El entonces presidente Charles de Gaulle, visitó la zona para enterarse de la magnitud de la tragedia.
Entonces conoció a Irène Jodard, una de las tantas mujeres que resultaron viudas en el incidente. Ella se acercó al presidente y le hizo una solicitud un tanto insólita. Su prometido había muerto y tenían planeado casarse en unos meses, quería solicitarle la posibilidad de que el matrimonio se realizara a pesar de que su prometido había muerto.
De Gaulle respondió que pensaría en su petición, el mismo presidente meses después, reunió al Parlamento para estudiar esta posibilidad, finalmente aceptó y firmó la ley.
Irène Jodard, pudo casarse con su fallecido prometido André Capra, fueron el primer matrimonio post-mortem en Francia y el mundo.
Desde entonces, los matrimonios post-mortem han formado parte de la historia de Francia, la división de opiniones ha sido inevitable. A más de uno, les resulta algo siniestro o hasta morboso.
Es muy probable, que si la tragedia de la represa Malpasset no hubiera ocurrido, jamás se hubiera aprobado esta ley.
Christelle Demichel
En la localidad francesa de Niza en febrero de 2004, Christelle Demichel se convertía en la viuda de Eric Demichel al contraer matrimonio post-mortem. Eric falleció diecisiete meses antes en un accidente de tráfico.
A la ceremonia asistieron diversos medios de comunicación. Christelle comentó: ‘”Dar este paso es lo más natural”.
Unas semanas más tarde, escribió una carta a The New York Times explicando sus motivos para realizar dicha ceremonia, en la cual Christelle comentaba:
“Sé que mi marido está muerto. Esto no es un ejercicio de negación, solo quiero honrar a la vida que hubiéramos tenido juntos”, además aseguró: “No quería que se convirtiera en la segunda parte del funeral. Con el matrimonio he podido reconstruir algo que sé que hubiera ocurrido si Eric no hubiera muerto”. Para finalizar explicó porque decidió que su ceremonia fuera pública: “que la gente sepa que existe esta opción de honrar a la persona que amaron”.
Magali Jaskiewicz
Una joven de nombre Magali Jaskiewicz, de 26 años de edad. Tenía planeado contraer matrimonio con su pareja Jonathan George, de 27 años de edad, quienes tenían seis años de relación y compartían dos hijas.
Tenían planeado casarse en enero de 2009. Desgraciadamente, Jonathan murió en un accidente de tráfico, en noviembre de 2008.
Un año después del fallecimiento, contrajeron matrimonio post-mortem. El entonces presidente Nicolas Sarkozy, autorizó este enlace.
La ceremonia fue realizada por Christoph Caput, primer edil de la localidad de Dommary-Baroncourt. Quien comentó: ‘Fue una ceremonia muy corta. Sólo leí el decreto que había enviado el presidente y le pregunté (a la novia) si deseaba casarse.
Una vez finalizada la ceremonia, Magali comentó: ‘No estoy de humor para hacer una fiesta. Vamos a tomar un café y a dar las gracias a los que me han apoyado’.
La ceremonia suele ser muy parecida a una boda normal, únicamente varía por las obligadas circunstancias. Si en el futuro el contrayente decidiera volver a casarse, primero debe divorciarse. Un proceso que puede llegar a ser rápido, ya que no hay una contraparte que se oponga.