Identificado Garavito

Mediante el cruce de información entre los diferentes equipos policiales, se estableció que una de las fotografías del álbum con el nombre de “Bonifacio Morera Lizcano” correspondía en realidad a Luis Alfredo Garavito Cubillos. Se trataba de una persona sobre quien pesaba una orden de captura de la Fiscalía 17 Especializada de Tunja por el homicidio de un niño de 12 años de edad. El 22 de abril de 1999, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía capturaron in fraganti a Garavito en Villavicencio, en los momentos en que intentaba agredir sexualmente a un menor.

Garavito y algunos de los cráneos de sus victimas

Pese a que Garavito dio un nombre falso, la policía lo identificó gracias a sus huellas digitales. Lo interrogaron durante horas. Las horas de Garavito como asesino en serie estaban contadas. Cuando se vio acorralado por el fiscal que le interrogaba, Luis Alfredo Garavito cayó de rodillas, soltó el llanto, pidió perdón por lo que había hecho y dijo que iba a confesar. Sacó su pequeña libreta negra y detalló, uno a uno, todos sus crímenes. Por ejemplo, el ocho de junio de 1996, en Tunja, había una raya. Esa anotación correspondía a Ronald Delgado Quintero, una de sus víctimas.

Explica sus asesinatos

La libreta ayudaba a Garavito a recordar a los muertos; era el recuento de sus andanzas. Garavito necesitaba llevar las cuentas al ser un asesino en serie. Cuatro de los asesinatos los había cometido en Ecuador.

Confesó ser el responsable no sólo de la muerte del menor hallado en Tunja, sino también de los tres niños de Génova y lo peor: de otros 172 crímenes cometidos contra niños y adolescentes en once ciudades del país y en el extranjero, entre 1992 y 1998. Garavito se convertía así en el segundo asesino en serie más prolífico de la historia contemporánea. Sobre uno de sus crímenes declaró:

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