Los cristales: el cuarzo rutilado
Los cristales: el cuarzo rutilado
Dentro de la familia de los cuarzos nos encontramos con el cuarzo rutilado. El rutilo es el nombre con el que se denomina un tipo de titanio y que en este caso aparece como atrapado dentro del cuarzo, pareciendo que unas hebras de cabello hubiesen quedado atrapadas en su interior, y por eso se le denomina también “cabello de Venus” o “cabello de Ángel”.
El cuarzo en sí suele ser de un color claro, pero también se encuentra en cuarzos ahumados. Las hebras del rutilado pueden ser doradas, negras o de un color rojizo, y dentro del mismo cristal pueden ser todas del mismo color o una combinación de los tres.
El cuarzo rutilado es de gran ayuda para abrir la visión psíquica, favorecer los viajes astrales y para trabajar el estado de conciencia alterado. Asimismo se utiliza para canalizar la mediumnidad, tanto para fomentarla como para aumentarla. No hay que olvidar que sea para lo que sea que queramos utilizarla, deberemos programarla primero.
Este cuarzo se utiliza de apoyo en terapia para la curación de vidas pasadas, accediendo a las causas y ayudando a conectar y comprender las lecciones de vida. Nos lleva directamente a la raíz de los problemas, dando así la oportunidad de cambiar la dirección de nuestras acciones para resolverlos.
Otra de las características del cuarzo rutilado es que fomenta el perdón, tanto hacia los demás como hacia uno mismo, alivia los miedos y los estados de ánimo negativos, la ansiedad y también las fobias.
Es un potente limpiador del aura, que además la energiza. Para incrementar la energía vital colocarla en el plexo solar.