La leyenda negra del diamante Hope
La leyenda negra del diamante Hope
El diamante, una joya de incalculable valor y belleza, una magnifica piedra de juventud eterna y muy ambicionada por las mujeres a lo largo de la historia. “Un diamante es para siempre” o “un diamante es el mejor amigo de una mujer”, frases muy comunes pero, ¿cómo puede una joya tan hermosa estar maldita? El famoso diamante Hope ha atraído la fascinación no solo de las mujeres sino también de los hombres durante años y que, de alguna manera, ha acabado con la vida de los que lo han tenido en su poder.
Cuenta la historia que según la tradición india, el diamante fue extraído del río Kistna hace más de 600 años y colocado en la frente de la diosa hindú Sītā, esposa del dios Rāma. Después fue tallado por un dios del sol que le dio la forma original de triangulo. Un sacerdote hindú, al verlo en un templo, se encaprichó del diamante y lo robó. Cuando lo descubrieron torturaron al sacerdote hasta matarlo.
En el siglo XVII
Pero para seguirle el rastro a esta hermosa joya nos remontaremos al siglo XVII. Aqui nos topamos con Jean-Baptiste Tavernier, aventurero y comerciante también pionero del comercio con la India. Con 40 años de viajesy 290 mil kilómetros recorridos a sus espaldas dejó por escrito sus experiencias en un libro.
Tavernier llegó a una región llamada Golconda, sus alrededores eran conocidos por el “Valle de los diamantes” (se piensaque este fue el primer lugar del mundo donde se produjeron estas piedras preciosas). En este lugar entre los años 1640 y 1667, Tavernierconsiguió un gran diamante en bruto de color azul de 112 kilates de peso y que fue extraído de la mina Kollur. Los diamantes azules son extremadamente raros; se calcula que sólo uno entre 200 mil tiene esa tonalidad.
Tavernier se llevó la joya a París, junto con otras gemas de su colección. El Rey Luis XIV, se maravilló con las historias de Tavernier.
Luis XIV
En 1669, Luis XIV decidió comprar un gran lote de diamantes que pago con la equivalencia de 147 kilos de oro puro; como no, en el lote entró el famoso “Francés Azul” (lo bautizaron así en honor al su descubridor). Gracias al Rey Luis XIV comenzó la fiebre por los diamantes, y las perlas pasaron a un segundo lugar entre la realeza. Pero también a partir de aquí comienza la mandición de este diamante.
El rey manda a tallar el diamante al joyero de la corte, Sieur Pitau, que lo corta y talla y lo convierte en el “Diamante Azul de la Corona” este pasa a formar parte de la colección de joyas del rey.Lo utilizaba en forma de collar como un símbolo de la Orden del Toisón de Oro durante algunas ceremonias importantes en un lazo para el cuello incrustado en oro. Tavernier obtuvo el dinero suficiente para comprar un título nobiliario y adquirir una gran propiedad, pero la maldición ya había caído sobre él. Tavernier se declara en quiebra y huye a Rusia donde es hallado muerto en 1689 por hipotermia mientras su cuerpo es devorado por alimañas.
Desgracias
Mientras estuvo en posesión del Rey Luis XIV, el “Diamante Azul de la Corona” causó estragos entre aquellos que lo portaron o poseyeron.
Nicolas Fouquet, un funcionario del gobierno, tomó prestado el diamante para acudir a un baile oficial, fue acusado en 1665 de desfalco y enviado a prisión, donde finalmente falleció en 1680.
La amante del rey, Madame de Montespan, al enterarse de la existencia de esta maravillosa joya, quiso que el rey se la regalara ypoco después, cayó en desgracia y moría olvidada por todos en 1707.
Sigue la mala suerte
En la visita que hizo el embajador del Sha de Persia, el Rey Luis XIV le enseñó el diamante al embajador el 7 de diciembre de 1715. Ese mismo año Luis XIV murió por gangrena.
Su sucesor Luis XV ordenó conservar el diamante en un cofre, no se sabe si conociendo ya la leyenda de desgracias del diamante. Luis XV no sufrió grandes desgracias.
A su llegada a la corona, el Rey Luis XVI de Francia le regaló el diamante a María Antonieta de Austria, para que lo agregara a su colección de joyas. María Antonieta no creía en la oscura leyenda del diamante y lo utilizó sin pudor, hasta lo llegó a prestar, en alguna ocasión, a la princesa de Lamballe. María Antonieta y Luis XVI de Francia murieron guillotinados en 1793 durante la Revolución Francesa.
La princesa de Lamballe fue linchada hasta la muerte por una multitud enfurecida durante la Revolución Francesa en 1792.
Revolución francesa
Durante la Revolución francesa, en 1792, el cadete Guillot, robó el diamante y lo llevó a Londres con el fin de comercializarlo. Cuatro años después del robo, en 1796, Guillot fue encarcelado cuando intentaba venderlo.
Se le pierde la pista al diamante, pero poco tiempo después un desconocido lleva el diamante a un tallador holandés, Wilhelm Fals,que dividió el ” Diamante Azul de la Corona” en dos. Una mitad fue adquirida por Carlos Federico Guillermo, duque de Brunswick que perdió su fortuna en menos de dos meses. La otra mitad la conservó el tallador holandés.
El hijo de Wilhelm Fals le robó el diamante a su propio padre, para venderlo a un francés llamado Beaulieu. Cuando el joven Fals se enteró de que su padre había muerto de dolor, se suicidó.
Beaulieu al enterarse de la tragedia del anterior dueño vendió la piedra a un David Eliason, un curtidor judío, que también se asustó al conocer la leyenda maldita del diamante y se lo ofreció al rey Jorge IV de Inglaterra. El rey inglés decidió incrustar el diamante en su corona y en 1822 perdió la razón y murió ocho años después.
Sir Henry Hope
Ahora nos encontramos con Sir Henry Hope, banquero y comerciante y también coleccionista que se hizo con el diamante. Sabiendo la leyenda oscura que rodeaba a tan magnifica joya, no quiso correr riesgos y contrató a un grupo a los que pidió organizar una ceremonia mágica, para exorcizar la joya. Una vez “sanada” la gema decidió darle su nombre. Nunca le sucedió nada malo a Sir Henry. Después desu muerte, la colección de gemas pasó a ser herencia para los descendientes de la familia Hope.
Cuando Sir Henry Hope murió en 1862, heredó su esposa Adele que tras su muerte en 1884, la herencia pasó a su hija, Henrietta, que se casó con el duque Henry Pelham-Clinton. Cuando estos murieron, su hijo Henry Francis Pelham-Clinton Hope heredó la colección incluyendo al diamante Hope, pero Francis no podía vender la colección sin permiso de la corte.
Francis Pelham-Clinton Hope se casócon su amante, una actriz estadounidense que presumíahaber lucido el diamante durante algunas reuniones literarias y que incluso, mandó hacer una réplica exacta para dichas reuniones sin que su marido lo supiese. En 1896, Hope se declaró en quiebra y, como no podía vender el diamante Hope sin el permiso de la corte, su esposa lo apoyó económicamente. Fue hasta el año 1901 cuando, por fin, Hope pudo vender la gema, y se divorció al año siguiente.
Seguía la mala suerte
El diamante fue vendido a un norteamericano de nombre Colot pero el diamante seguía atrayendo la desgracia sobre sus dueños y Colot cayó gravemente enfermo, perdió toda su fortuna y se suicidó.
El siguiente dueño del diamante fue el príncipe ruso Kanitowski, que era un hombre muy aficionado a las juergas además de asombrosamente rico. El príncipe regaló el Diamante Hope a su amante, una vedette parisina. Pocos días después surgió un altercado y Kanitowski mató a tiros a su amante, mientras el diamante se perdía en la confusión. El príncipe fue asesinado por revolucionarios.
El siguiente propietario conocido del Diamante Hope fue un griego, el Sr. Simón Montarides que sufrió las consecuencias de la leyenda oscura cuando el eje del carruaje en el que viajaba su familia cayó a un barranco y murieron todos.
Más propietarios
Otro propietario del Diamante fue Subaya Hamid como regalo de su esposo Abdul Hamid II, rey de Turquía, que acabo siendo asesinada a manos de su marido. El Rey Abdul Hamid II no corrió mejor suerte y perdió el trono turco a causa de una revolución y fue a morir de desesperación en la cárcel.
El diamante desapareció misteriosamente en el océano y reapareció en una bóveda de una entidad bancaria francesa.
El director del Washington Post adquirió el diamante más tarde a dicha institución bancaria, que quebró inexplicablemente. La esposa del periodista enfermó gravemente y falleció y su hijo murió bajo las ruedas de un carruaje.
De Cartier a Winston
En 1910, P. Cartier, propietario en ese momento de la joya, la vende a la familia McLean sobre la que recayeron múltiples desgracias en diferentes miembros de la familia. Uno de los hijos de la familia, de ocho años, murió atropellado. Una de sus hijas murió por una sobredosis de somnífero. El padre murió en el hospital por una depresión. La señora Mac Lean ordenó guardar el diamante durante 20 años en una bóveda de seguridad. Veinte años después Evelyn Walsh Mac Lean, nieta, moría misteriosamente en Texas.
En 1949, Harry Winston, joyero y experto en diamantes estadounidense, compró El Dimante Hope que exhibió en su “Corte de Joyas”, una colección de gemas expuesta en diferentes museos e institutos de Estados Unidos. A mediados de 1958, Winston le realizó algunos cortes geométricos en el diamante, para aumentar su brillo. Ese mismo año, lo donó, enviándolo en un sobre de papel de estraza, por medio del servicio postal nacional, al Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsonian de Washington.
El museo tardó algún tiempo en aceptarlo, porqueel director y el presidente estadounidense Dwight Eisenhower recibieron cartas que decían que el diamante estaba maldito y que traería mala suerte al país.
Winston mandó el Hope por correo ordinario, le costó 145.29 dólares. Él decía que ésa era la forma más segura de enviar gemas. Con la exposición del diamante, el museo duplicó de un día para el otro las visitas, y el Hope se convirtió en el segundo objeto más visitado del mundo después de la Mona Lisa.
El cartero
Pero como es de lógica hubo especulaciones sobre la maldición por lo visto el cartero que lo llevó el diamante al museo fue atropellado, su mujer murió de un infarto, su casa se quemó y su perro murió asfixiado con su propia correa.
El diamante Hope está expuesto en el pabellón Harry Winston, donde es admirado por unos siete millones de personas al año. También ha sido exhibido en el Museo del Louvre y en Sudáfrica.
En 2009, se le retiró la montura y por primera vez fue expuesto por sí solo, para celebrar los 50 años de su donación. Entonces, la marca Harry Winston presentó tres diseños nuevos de una montura temporal para la gema y miles de personas votaron, a través de Internet, por su favorita: una pieza de platino y diamantes baguette, que simula dos manos que sostienen la piedra preciosa; así está exhibida en la actualidad, aunque en los próximos meses volverá a su montura original.
Exposición “Court of Jewels”
En noviembre de 2010, el diamante Hope fue cedido en préstamo temporal a Harry Winston para que recreara la exposición “Court of Jewels”. Se trató de un evento privado que reunió más de mil 500 millones de dólares en joyas en la boutique de la firma en Nueva York. Ahí también se anunció la creación de la Harry Winston Hope Foundation, que donará al menos el 5% de las ganancias brutas de la compañía joyera y relojera a causas educativas.
Este famoso diamante ha inspirado a muchos artistas y sobretodo al mundo televisivo y cinematográfico.
El “Corazón del Mar” de la película Titanic, obsequio de Carl Hockley a Rose DeWitt Bukater, es un collar con un diamante tallado en forma de corazón y está inspirado en el diamante Hope.
¿Maldita o no?
¿Existe la posibilidad de que estuviera maldito desde que fue robado por el sacerdote hindú? Sea como sea, esta hermosa joya, enamoró, cautivó, embrujó a muchos hombres a lo largo de los años. Pero llevó a la tumba, en extrañas circunstancias, a estos y sus familiares.
Algunos de los que tuvieron en su poder el Diamante Hope. De izquierda a derecha Jean-Baptiste Tavernier, Maria Antonieta de Austria, Jorge IV, Henri Philip Hope, Abdul Hamid II, Evalyn Ned.