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La leyenda de Spring Heeled Jack

Fue en 1908 cuando el editor de la revista Times recordaba la leyenda de “Spring Heeled Jack”, que traducido al español sería algo así como Jack Piedemuelle o Jack el saltarín. Un famoso “fantasma” aparecido en la época que era capaz de realizar saltos extraordinariamente altos.

Desde Londres hasta Sheffield y Liverpool, este “fantasma” gustaba de recorrer las calles, especialmente las de los suburbios, asustando y gastando bromas a transeúntes elegidos al azar, se destacaba su capacidad para realizar saltos imposibles para cualquier humano. Sin embargo su origen sobrenatural quedaba en entredicho al desaparecer totalmente del mapa cuando se organizaban grupos armados para rendirle cuentas.

La llegada de Jack Piedemuelle

La primera aparición de Jack data de 1837, en el distrito de Blacheath, al sur de Londres, cuando tras rasgar con un hierro la blusa de la joven Polly Adams, le rascó su estómago con la punta de los dedos para desaparecer acto seguido dando grandes saltos.  Tanto la joven, como dos amigas de esta que la acompañaban, describieron a Jack como un demonio de ojos saltones. Ya en 1938 el alcalde londinense, y dado que los sucesos similares se multiplicaban, aunque algunos ciudadanos lo callaran por vergüenza , organizó patrullas para aprehender a Jack, sin embargo este siempre conseguía escapar saltando por encima de setos y paredes.

El primer suceso

Ese mismo año, Lucy Squires, que se dirigía a su casa tras visitar a su hermana, se topó repentinamente con Jack que saltaba de entre las sombras y que le escupió llamas azules en su cara que la cegaron temporalmente.

Ante semejante panorama y los ataques de Jack ampliamente difundidos por la prensa, no es de extrañar que cuando  Jane Alsop oyó un golpe en la puerta y las palabras: “Soy un oficial de la policía, por el amor de Dios, traígame una luz, porque hemos cogido a Spring Heeled Jack ” no dudara en correr a prestar ayuda. Al abrir la puerta, vela en mano, se encontró ante un hombre alto y delgado de pie en la puerta, con casco y capa de policía, pero vestido con una apretada ropa de hule blanco, tenía unos ojos rojos brillantes y como anteriormente hiciera con la joven Polly le escupió llamas azules. A continuación puso la cabeza de esta bajo su brazo, y empezó a rascarle la cara, el cuello y la ropa, según Jane, con unas garras heladas.

Alarmada al escuchar gritos, la hermana de Jane salió corriendo y la arrastró al interior de la casa. Jack se quedó en la puerta y llamó varias veces, hasta que finalmente huyó cuando se dio cuenta de que un grupo de verdaderos policías se acercaba al domicilio de las dos mujeres. Testigos dijeron haber visto a Jack saltando de techo en techo, e incluso subir una torre de la iglesia.

Sigue la oleada de ataques

Tras una temporada de descanso, en 1843 Jack vuelve a la carga con una oleada de ataques por todo el país, en 1845 en uno de estos ataques mata a Maria Davis, una joven prostituta de tan solo trece años. Para cuando en 1904  Jack decidiera abandonar momentáneamente Inglaterra, sus andanzas ya comenzaban a hacerse famosas al otro lado del Atlántico.

Ya en Estados Unidos,  en Louisville, en julio de 1880, fue descrito como alto, con  orejas puntiagudas, nariz y dedos larga y  cubierto con una capa, casco, y uniforme  brillante. Abordó a una mujer, rasgó sus vestidos, y expulsaba  llamas de una luz azul desde el pecho.

Entre 1938-1945, hizo decenas de apariciones en el área de Cape Cod de Massachusetts, aunque, según los informes eructaba llamas en lugar de expulsarlas de su pecho.

Durante la década de 1970, Jack actuaba entre Inglaterra y los EE.UU. En 1973 una familia de Sydney, Carolina del Norte reportó que un hombre flaco, de pelo largo, orejas puntiagudas y ojos rojos brillantes, se movía dando saltos de más de diez metros, otros habitantes de la localidad también lo vieron, cruzando un campo de fútbol, afirmaban que andaba como si fuera un astronauta en la luna.

Siguen sus proezas

Años más tarde, en 1986, un ex oficial del ejército británico llamado Marshall estaba en una tranquila carretera cerca de la frontera con Gales. Un movimiento llamó su atención, de repente observó como un hombre se dirigía hacia él saltando por encima de los setos, lo abofeteó y desapareció.

El registro más reciente de un tipo de criatura similar, viene de una escuela primaria en el oeste de Surry. Los niños lo describieron como “alto, con los ojos rojos y con un divertido  traje blanco con insignias.” También dijeron que podía correr tan rápido como un coche, y que se acercaba a los niños de pelo oscuro para decirles “te quiero”.

Llega al cómic

Convertido en personaje de cómic y leyenda urbana no sabemos cuanto puede haber de cierto y cuanto de ficción en los sucesos más actuales, pero la realidad en es que en plena época victoriana, época de misterios y leyendas, un personaje que caminaba dando increíbles saltos tuvo atemorizado a los habitantes de los suburbios de las ciudades de media Inglaterra.

Entre los años 1940 y 50 una aparición similar a la que llamaron “La Viuda” era informada en algunas ciudades de Chile.

Fran González

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