La casa de las siete chimeneas
La casa de las siete chimeneas
Elena queda sola en el enorme caserón que habitaba desde que contrajera matrimonio, algunos dicen que regalo de bodas del propio rey, y que según las malas lenguas, al caer la noche, acudía ocultándose bajo un disfraz a visitar a la joven viuda. Rumores que se extendieron rápidamente cuando una mañana Elena apareció muerta en su alcoba.
Para alimentar mas las suspicacias el cadáver de Elena desapareció en extrañas circunstancias y a los pocos días, el padre de ésta apareció colgado de una viga. Pronto se extendieron las habladurías, y de estos nación la leyenda de que en noches oscuras se veía el fantasma de la doncella en el tejado de la casa.
Pero la historia de la casa no acaba aquí, ni mucho menos. Años después, todavía con Felipe II como monarca, otra joven muere en su misma noche de bodas con un viejo hacendado Indio. Parece ser que la joven esposa también tenía ciertos encuentros con el rey. La joven apareció en los sótanos del palacete con un puñal clavado en el pecho y las arras, regalo del rey, esparcidas a su alrededor. También son muchos los que aseguran que esta doncella también vaga todavía hoy en día por los sótanos de la casa.
En 1776, durante el llamado motín de Esquilache, una multitud enfurecida con el que era ministro de Hacienda de Carlos III acudió a la casa con intención del linchar al marques, por sus medidas represoras, al no encontrarlo se ensañaron con uno de sus mayordomos, al que dieron muerte a garrotazos.
Tras pasar por diversas manos a finales del siglo XIX, la casa fue reformada para convertirse en sede del Banco de Castilla, durante éstas reformas fue encontrado el cadáver de una mujeer, junto con una bolsa de monedas de la época de Felipe II, y por si no fuera suficiente, en otra reforma, esta vez en 1.960 se desenterraron los restos, esta vez de un hombre, emparedado entre sus muros.. En la actualidad el edificio es la sede del ministerio de cultura.
Cuatrocientos años, varios dueños, varias utilizaciones, varias reformas, y la leyenda continua.