La bruja del bosque y su vínculo eterno

La Bruja del Bosque: Un Vínculo Eterno

En lo más profundo de un bosque ancestral, donde los árboles parecen respirar susurros de tiempos olvidados y la luz apenas penetra entre las ramas, habita Luna, una enigmática bruja cuyas raíces parecen estar entrelazadas con el mismísimo tejido del tiempo. Se dice que sus ojos, brillantes como estrellas, reflejan secretos de vidas pasadas, mientras que su aura, densa y misteriosa, parece fundirse con el alma del bosque mismo.

Desde que llegó al bosque, Luna ha vivido apartada de la civilización, en comunión con la naturaleza. No era una extraña en ese lugar; su espíritu había recorrido esas mismas tierras muchas veces, en incontables reencarnaciones. Cada vida pasada que había vivido estaba impregnada de magia y un vínculo indestructible con el mundo natural. Pero su historia, aunque enigmática, está envuelta en un manto de sombras y secretos que pocos pueden comprender.

Los Ecos de Vidas Pasadas: Magia a Través de los Siglos

En una de sus primeras vidas, Luna fue un poderoso druida, custodio de los secretos de la Tierra. Bajo su tutela, los bosques florecían y los espíritus de la naturaleza acudían a ella en busca de sabiduría. Como druida, dominaba las antiguas runas y entendía los lenguajes olvidados de los vientos y las aguas. Pero su orden fue traicionada. Los suyos fueron cazados y dispersados, obligándola a escapar con las reliquias de una sabiduría que juró proteger hasta el fin de los tiempos.

Otra vida la llevó a las profundidades del océano, como una sirena capaz de gobernar las mareas. Luna dominaba los misterios del mar, comunicándose con criaturas marinas que los humanos solo conocían a través de leyendas. Pero la avaricia de los hombres, junto con la contaminación y la destrucción de los ecosistemas marinos, obligó a Luna a abandonar las aguas y buscar refugio en la tierra firme.

A través de estas vidas y otras tantas, Luna acumuló conocimientos místicos. Aprendió a dominar los elementos, a sanar heridas incurables y a comunicarse con los animales, convirtiéndose en un ser de profunda sabiduría. Sin embargo, cada vida también le trajo dolor: traiciones, pérdidas y la desolación de ver cómo la naturaleza sufría a manos de la humanidad.

Las brujas más famosas de la historia

La Reencarnación de Luna: El Nexo Indestructible con el Bosque

Cuando su alma finalmente reencarnó en Luna, todos esos recuerdos se fusionaron en una sola entidad. El bosque, con sus secretos, se convirtió en su refugio. Allí, entre las sombras de los árboles centenarios, Luna desarrolló una conexión única con la naturaleza. Cada árbol, cada río, cada criatura del bosque reconocía su presencia y respondía a su llamado. El bosque no era solo su hogar, sino una extensión de su propio ser. El lazo que los unía era tan fuerte que parecía desafiar el paso del tiempo, como si la magia de Luna hubiera tejido un vínculo eterno con los antiguos espíritus de la naturaleza.

A pesar de su aislamiento voluntario, Luna no pudo evitar la atención de los aldeanos cercanos. Al principio, solo eran rumores: “la bruja del bosque”, la llamaban. Las leyendas crecieron y tomaron formas oscuras. Decían que practicaba rituales prohibidos, que hablaba con los muertos y que maldecía a quienes se atrevían a entrar en su dominio.

La Traición de los Hombres: El Juicio de la Bruja

Los aldeanos, temerosos de lo que no comprendían, comenzaron a difundir rumores más maliciosos. La envidia y el miedo se apoderaron de ellos. Pronto, acusaron a Luna de todos los males que ocurrían en el pueblo: cosechas perdidas, enfermedades inexplicables, desapariciones misteriosas. La ignorancia llevó a la histeria, y la histeria a la violencia.

Finalmente, Luna fue apresada y condenada a la hoguera, el castigo reservado para las brujas. Pero, lejos de sucumbir al terror, ella aceptó su destino con una serenidad que desarmó a sus verdugos. Sabía que su cuerpo mortal perecería, pero su espíritu, como siempre, sobreviviría, libre y en comunión eterna con la naturaleza.

Al caer la noche de su ejecución, el cielo se tiñó de un rojo profundo, como si los propios elementos lamentaran lo que estaba por suceder. Cuando las llamas envolvieron su cuerpo, los árboles del bosque susurraron, las criaturas se silenciaron, y una brisa fría recorrió los campos. El alma de Luna ascendió, pero no se desvaneció en el éter. Se fusionó con los antiguos espíritus del bosque, donde su presencia aún persiste, guardiana silenciosa de los secretos del mundo natural.

La Leyenda de Luna: Un Misterio que Perdura

Hoy en día, su historia continúa viva. Se dice que aquellos lo suficientemente valientes como para adentrarse en las profundidades del bosque pueden sentir su presencia. Algunos aseguran haberla visto, una figura envuelta en niebla, caminando entre los árboles, cuidando del bosque que tanto amó. La leyenda de Luna, la bruja del bosque, es ahora una advertencia y un recordatorio: la naturaleza siempre encuentra la manera de protegerse, y aquellos que la dañan no escapan a las consecuencias.

¿Te atreverías a adentrarte en el bosque? ¿Podrías sentir el eco de susurros antiguos y la mirada de una bruja que nunca abandonó su hogar? La respuesta puede estar más cerca de lo que imaginas.

Redacción NdM

La bruja de Wookey Hole

 

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