La batalla extraterrestre de Nuremberg
La batalla extraterrestre de Núremberg
Amanecía en Núremberg (Alemania). Era un 14 de Abril de 1561, y las gentes salían de sus respectivos hogares para dedicarse a sus actividades cotidianas. Gentes que no sospechaban el espectáculo que el cielo estaba a punto de ofrecerles. Estaban a punto de vivir la batalla extraterrestre de Núremberg.
Enormes cilindros que liberaban esferas, objetos en forma de platos, e incluso cruces voladoras.
Poco a poco el cielo de la ciudad se llenaba de objetos inexplicables que se movían independientemente los unos de los otros
Registros históricos
La Gaceta de Núremberg, uno de los primeros periódicos impresos de la historia, lo relataba: Cómo una “terrible aparición” que inundo el cielo del amanecer.
Llegó a describir las “formas cilíndricas del cual salieron esferas negras, rojas, naranjas y azul-blanco que salían de él”. Entre las esferas llegaron otros objetos, “cruces con el color de la sangre”, el “terrorífico espectáculo”, dijo el periódico, fue presenciada por “numerosos hombres y mujeres.”
Las cruces, los cilindros, las esferas, los objetos parecían luchar todos contra todos.
Los testigos definían a los cilindros como “barriles de cañones”, las esferas decían se lanzaban unas contra otras. El mencionado diario, informaba que la lucha duró como una hora.
Seguía informando
Tiempo durante el cual, algunos de los objetos fueron vistos incendiarse y caer a la tierra donde desaparecieron en una espesa “nube de humo”.
“En el momento cuando amaneció, uno podía ver muchas bolas grandes negras que se movían a gran velocidad en el aire hacia el Sol, entonces hacían medias vueltas, golpeándose uno contra los otros como si estuvieran peleando una batalla, un gran número de ellos se hicieron rojos e ígneas, después de eso se consumieron y se extinguieron en una espesa nube de humo.”
Finalmente una enorme “lanza negra” entró en escena y con su aparición la batalla llegó a su fin, las esferas, las cruces y los cilindros desaparecieron volando en dirección al sol.
La Gaceta de Núremberg concluía con una advertencia a los lectores:
“Los temerosos de Dios no descarten estos signos, incluso llevarlos al corazón como una advertencia de su anunciación misericordioso con San Emidius Padre celestial. Recompongan sus vidas y fielmente rueguen a Dios, que él evite su ira. Incluyendo el castigo merecido, en nosotros, para que podamos, temporalmente estar aquí y perpetuamente allí, vivir como sus hijos.”
¿Qué sucedió realmente en Núremberg? ¿Guarda este acontecimiento alguna relación con lo que sucedería en la ciudad de Los Ángeles cuatro siglos más tarde?