En EEUU, se probó la primera vacuna inyectable contra la polio (Salk) en aproximadamente 1.800.000 niños  en 1954. En el transcurso de 9 días se produjo una enorme epidemia de polio paralítica en los niños vacunados y en algunos de sus padres, además de en otras personas que habían estado en contacto con los niños. El poder de las farmacéuticas.

Maquillar las cifras

Para maquillar este fracaso las autoridades cambiaron la definición de los diagnósticos.

Según la Dra. Viera Scheibner eliminaron de las estadísticas el 90% de los casos de poliomelitis de 3 formas:

Se aumentó de 20 a 35 el número de casos necesarios para declarar una epidemia. El requisito para ser incluido en las estadísticas de parálisis se cambió de síntomas de 24 horas de duración a síntomas de 60 días de duración (la parálisis de muchas víctimas de polio era temporal) y se separaron los casos de meningitis viral y aséptica, que tienen síntomas similares a los de la polio, y que se diagnosticaban y archivaban como polio antes de la introducción de la vacuna.

Poliomelitis

Así, oficialmente la poliomelitis sí había disminuido drásticamente después de la introducción de la vacuna y desde entonces, cuando una persona vacunada contra la polio contrae la enfermedad no se le diagnostica polio, sino meningitis viral o aséptica.

 

Para evitar que se me malinterprete antes que nada, dejar claro que, no tengo nada en contra de la medicina, cuando estoy enfermo voy al médico, como debería de hacer todo el  mundo. Y no tengo ninguna duda de que al año son miles las vidas que se salvan gracias a los profesionales y los avances en ese ambito.

La parte oscura

Desde el principio de los tiempos, el bien y el mal suelen cohabitar en el mismo espacio, todo lo bueno tiene  su parte mala, y la medicina no es la excepción, tiene un lado oscuro, muy, muy oscuro, y no hace falta andar con rodeos, esa parte oscura se llama “Farmacéuticas”

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La literatura médica especializada, con demasiada frecuencia fuera del alcance del ciudadano normal, contiene un sorprendente número de estudios que documentan el fracaso de las vacunas. Brotes de sarampión, paperas, varicela, polio, coqueluche y por haemophilus influenza, han ocurrido en poblaciones vacunadas.

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