Expediente Vallecas

Todo comenzó en la barriada madrileña de Vallecas. Allí, al inicio de la década de los 90, concretamente en el año 1991, Estefanía Gutiérrez, hija de una familia humilde y trabajadora, comienza a coquetear con el mal llamado juego de la Ouija. Al inicio, hay que reconocer, nada parecía salirse de lo normal.

Un peligroso pasatiempo

Sin embargo, con el paso de los días, la joven comenzó a cambiar, a mostrar quizás un carácter mucho más arisco que de costumbre según contaban sus familiares. Mentía e insultaba sin importarle los motivos a todos y cada uno de los miembros de su familia. Ellos, por supuesto, desconocían la afición de la adolescente y puede ser que lo atribuyesen a las señales típicas de la adolescencia, como puede ser la impotencia, renegar a ciertas y muchas cosas buenas y también malas.

Pero la tabla Ouija no es un pasatiempo. Es una afición que, semanas más tarde, le provocaría la muerte entre convulsiones y una serie de fenómenos muy extraños que fueron descritos posteriormente en el acta de los agentes de la autoridad que allí acudieron. Pero para no adelantarnos, vamos por pasos: la chica muere en extrañas circunstancias el 14 de Agosto de 1991 cuando entra al Hospital Gregorio Marañón en estado de coma profundo. Según el forense, la causa fue un paro cardiorrespiratorio. Y esto, generalmente, en medicina al no poder atribuirse ninguna enfermedad, simplemente se catalogó como muerte súbita.

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Actividad paranormal

Pero no acabó aquí la historia de esta vivienda situada en pleno barrio obrero de Madrid. Y es que, fue a partir de ese momento cuando los golpes, los lamentos, la aparición y desaparición de sombras, la apertura de puertas y las voces comenzaron a hacer signos de presencia. Una serie de fenómenos que tuvo su punto álgido cuando una foto de la familia comenzó a arder por si sola, aún estando en el interior de un marco de cristal. El marco, permaneció intacto.

Viendo como estaba la situación, la familia se vio obligada a dar parte a las autoridades. Está claro que tenían demasiado miedo como para afrontar aquellos desconcertantes hechos ellos solos. Parecía una cosa imposible de creer pero con la reciente muerte de Estefanía y lo extraño que fue todo, el miedo empezó a apoderarse de padres e hijos.

Ante sus propios ojos, los policías fueron testigos de como la puerta de la habitación de Estefanía se abría y cerraba sola y como un crucifijo que había en su habitación  se daba la vuelta y quedaba cabeza abajo.

Los cuerpos de seguridad del estado, no solo no supieron que hacer sino que nunca volvieron a ser los mismos. Todo quedó reflejado en el parte oficial que esta pareja de agentes hizo, unos agentes que se habían topado con algo fuera de lo común y estremecedor, se habían enfrentado cara a cara con el más allá.

A pesar de que han pasado más de 20 años, este caso sigue y será siendo un misterio. La familia no quiso saber nada mas del caso ,pero no tienen problema en recordarlo  y en acordarse de una Estefanía joven y alegre, que un día y por motivos extraños, acudió a un juego que acabó con su vida.

El piso sigue allí donde estaba pero ahora vive otras personas, y no han descrito cosas extrañas hasta la fecha. El expediente Vallecas por tanto, sigue y seguirá siendo uno de los casos mas inquietantes y misteriosos en España.

Diego A. García

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