Enriqueta Martí: La Vampira de Barcelona
En todos ellos, se encontraron falsas paredes y en los techos restos humanos. En el jardín de la casa de la Calle dels Jocs Florals, encontraron una calavera de un niño de tres años y una serie de huesos que correspondían a niños de 3, 6 y 8 años.
Algunos restos, aún tenían piezas de ropa, como un calcetín zurcido, que daba a entender que Enriqueta tenía por costumbre secuestrar niños de familias muy pobres y de escasos medios para buscar a su hijo desparecido.
Nueva vivienda
Se encontró, otra vivienda en San Felíu de Llobregat, propiedad de la familia de Enriqueta, donde también se encontraron restos de criaturas en jarrones y potes, y libros de remedios. La casa pertenecía a la familia Martí y era conocida en la población por el sobrenombre de “Lindo”, pero estaba encerrada por la mala administración del padre de Enriqueta, según el testimonio del marido, Joan Pujaló.
En el piso de Ponent. También se encontraron cosas curiosas: un libro muy antiguo con tapas de pergamino, un libro de notas donde había escritas recetas y pociones con una caligrafía muy elegante, un paquete de cartas y notas escritas en lenguaje cifrado y una lista con nombres de familias y personalidades muy importantes de Barcelona.
Esta lista fue muy polémica, ya que entre la población se creyó, que era la lista de clientes ricos de Enriqueta. La gente creía que no pagarían por sus crímenes de pederastia o de compra de restos humanos, para curar su salud por el hecho de ser gente rica.
Una lista de médicos, politicos….
La policía intentó que la lista no transcendiera. Pero corrió el rumor, que en ella había médicos, políticos, empresarios o banqueros.
Las autoridades, que tenían la Semana Trágica muy presente y con el temor que hubiese un motín popular, calmaron los ánimos de la gente, haciendo que el ABC publicase un artículo, donde se explicaba que en la famosa lista, solo había nombres de personas a quien Enriqueta mendigaba y que estas familias y personalidades habían sido estafadas por las mentiras y ruegos de la asesina.
Prisión y final
Enriqueta fue encarcelada, en la prisión “Reina Amàlia” en espera de juicio. Intentó suicidarse, cortándose las venas con un cuchillo de madera, cosa que hizo estallar la indignación popular, porque la gente quería que Enriqueta llegase al juicio y fuese ajusticiada en el garrote vil.
Las autoridades de la prisión, hicieron saber mediante la prensa, que se habían tomado medidas para que Enriqueta no se quedara nunca sola. Haciendo que tres de las reclusas, con más carisma de la prisión, compartieran celda con ella. Tenían instrucciones, de destaparle las sábanas en caso de que se tapara para evitar que se abriese las venas con los dientes.
Pero Enriqueta, nunca llegó a juicio por sus crímenes. Un año y tres meses después de su detención y pasada la indignación popular, llegó su muerte.
Sus compañeras de prisión, la mataron linchándola en uno de los patios del penal. El proceso de Enriqueta, se encontraba en fase de instrucción en esos momentos.
No pudo contar todo lo que escondía
El asesinato de la mujer, no dio oportunidad que en un juicio se supiese toda la verdad y todos los secretos que escondía.
La secuestradora y asesina, murió la madrugada del 12 de mayo de 1913. Oficialmente de una larga enfermedad, cáncer de útero. Para los escépticos sobre este caso criminal, fue la auténtica causa de su muerte, así como sería falso casi todo lo contado en este macabro caso, producto de elucubraciones de periodistas y escritores ávidos de ventas.
Pero la realidad como resultado de una brutal paliza. Fue enterrada con toda discreción en la fosa común del Cementerio del Sudoeste, situado a la montaña de Montjuïc de Barcelona.