Anciano solitario y una mosca sobrenatural
El terrorífico encuentro de un anciano solitario con una mosca sobrenatural
Había una vez un anciano solitario llamado Tomás, que vivía en una casa antigua y deteriorada en las afueras de un pequeño pueblo. Su casa estaba rodeada de árboles y arbustos, y a menudo se podía escuchar el sonido de los pájaros y otros animales salvajes.
Un día, mientras Tomás estaba sentado en su silla favorita, notó una mosca revoloteando alrededor de su cabeza. Trató de espantarla, pero la mosca persistió, zumbando alrededor de sus oídos. Tomás se sintió cada vez más frustrado y agitado mientras la mosca seguía volando a su alrededor.
Pasaron varios días y la mosca seguía apareciendo en la casa de Tomás. A veces la veía posada en la ventana, otras veces revoloteando alrededor de su comida. A medida que pasaba el tiempo, la mosca parecía cada vez más grande y más amenazante para Tomás.
Una noche, mientras Tomás estaba durmiendo, la mosca entró en su habitación y se posó sobre su cara. Tomás se despertó con un sobresalto, tratando de espantarla, pero la mosca no se movió. Se quedó allí, mirando fijamente a Tomás con sus ojos oscuros.
A partir de ese momento, la mosca se convirtió en la obsesión de Tomás. Pasaba todo el día tratando de matarla, pero nunca lo lograba. La mosca parecía inmune a cualquier cosa que Tomás intentara. Incluso cuando trató de atraparla con una red, la mosca escapaba rápidamente.
La mosca se convirtió en una presencia constante en la vida de Tomás. A menudo se encontraba hablando con ella, suplicándole que lo dejara en paz. Pero la mosca no se iba. En cambio, parecía cada vez más grande y más amenazante, como si estuviera a punto de engullirlo por completo.
Un día, Tomás decidió que ya no podía soportar más la presencia de la mosca. Tomó un frasco de veneno para insectos y roció toda su casa con él. Pero a medida que la niebla se asentaba, Tomás se dio cuenta de que había cometido un grave error. La mosca no solo seguía allí, sino que ahora parecía aún más grande y más fuerte que nunca.
La mosca se posó sobre la cabeza de Tomás, zumbando en su oído. Tomás comenzó a gritar, tratando de alejarse, pero la mosca no se movió. De repente, Tomás se dio cuenta de que la mosca era algo más que eso. Era algo sobrenatural, algo más allá de su comprensión. Tomás se sintió atrapado, con la mosca zumbando cada vez más fuerte en su cabeza.
Nunca se volvió a ver a Tomás después de ese día, pero los residentes del pueblo aseguraban escuchar su grito agónico de vez en cuando, acompañado del inconfundible zumbido de una mosca. Este es el terrorífico encuentro de un anciano solitario con una mosca sobrenatural. ¿Que os ha parecido?