El poder del reiki

Es una de las técnicas más sencillas y eficaces para utilizar la energía en la sanación tanto de aspectos físicos como mentales y emocionales.

Los cinco principios del Reiki:

Solo por hoy no te preocupes
Solo por hoy no te enfades
Honra a tus padres, maestros y ancianos
Gánate la vida honestamente
Muestra tu gratitud por todo

Reiki es un vocablo japonés que admite varias traducciones, si bien todas ellas expresan la misma idea: Fuerza vital universal, fuego de vida, fuerza de la Creación.
Es un método de sanación y apoyo cuyo objeto es cambiar las conductas y actitudes nocivas. En realidad de lo que hablamos es de la transmisión de energía a través de las manos.

Hoy en día, es un hecho la gran aceptación de esta técnica en el mundo occidental, tanto por particulares como por médicos e instituciones sanitarias, que la utilizan como terapia de apoyo de la medicina convencional. Asimismo, es una gran herramienta de crecimiento personal y espiritual.

Aunque esta práctica de canalizar energía tiene más de 3.000 años de antigüedad, cayó casi en el olvido hasta que fue rescatada en 1920 por el doctor Usui, un monje y catedrático japonés al que se considera el primer maestro de Reiki.

La técnica del Reiki parte de una tesis muy sencilla: que el ser humano es “todo energía”, afirmación que aunque parece muy esotérica comparte aspectos con la física cuántica. El principio del Reiki es que cuando la energía se bloquea, por cualquier circunstancia, es cuando se produce una enfermedad. La imposición de las manos en la zona enquistada, donde la energía ha quedado taponada, sirve para disolver ese ‘nudo’ que impide que la energía fluya y así devolver el equilibrio al organismo.

El Reiki está reconocido por la OMS, y es una técnica muy sencilla que no tiene contraindicaciones. En muchos hospitales se utiliza como apoyo a la quimioterapia y se está demostrando muy beneficiosa en casos de esclerosis múltiple, asimismo como en casos de depresión ya que la energía transmitida hace que se disuelvan los bloqueos emocionales.

Como todas las técnicas orientales, el reiki trata a la persona como a un todo. Es decir, no distingue entre cuerpo y espíritu. Hay una máxima de esta técnica que dice que “no hay cuerpos enfermos, hay almas enfermas”. Por eso se parte de la base de que las dolencias no se dan aisladas, sino como consecuencia del desequilibrio entre ambos.

También me gustaría aclarar que no se necesita ningún tipo de capacidad especial ni de don, cualquiera que así lo quiera puede aprender. Tampoco se identifica con ninguna religión y de hecho, está aceptada por todas.

Silvia Rossi

Las varas de cuarzo

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