El poder de los cristales: La Tektita
El poder de los cristales: La Tektita
La Tektita se forma con el impacto de un meteorito, al derretir con el calor los cristales circundantes, por lo que es una fusión de energía terrestre y extraterrestre.
Es una piedra muy apropiada para el aprendizaje espiritual porque te ayuda a recordar las lecciones aprendidas y a liberarte de las experiencias negativas, además tiene la cualidad de potenciar la energía de otras piedras por lo que es muy útil para trabajar con ella.
Se cree que esta piedra potencia la comunicación con otros mundos y que puesta debajo de la almohada ayuda a detectar y detener a entidades malignas.
Puesta en el tercer ojo potencia la clarividencia abriendo la comunicación a otras dimensiones.
También se utiliza para practicar y fomentar la telepatía. La energía que desprende la tektita nos ayuda a fortalecer el aura incrementando nuestra vibración a través de los chacras inferiores.
También nos ayuda a equilibrar las energías masculinas y femeninas en una misma persona.
Cuanto más se trabaja con esta piedra más fuertes se hacen las habilidades.
Los beneficios son que cuando conectas con una tektita y te acostumbras a trabajar habitualmente con ella aumentarás tu sensibilidad psíquica, tendrás más facilidad para hacer viajes astrales he incluso sueños lúcidos.
También ayudar a aquellas personas que se sienten desasociadas con su cuerpo a estar más unidas a él.
Utilizada durante la meditación nos lleva a un estado de mayor consciencia.
Otra de sus propiedades es que esta piedra nos ayuda a discernir entre la verdad y la falsedad que nos encontramos en el día día.
Hace crecer nuestra luz interior de manera que otras personas afines a nosotros pueden seguir sentirse atraídas.
Se cree que todas las piedras, que aparecen a raíz del choque de un meteorito. Están para ayudar a la gente en el proceso de crecimiento espiritual.
Los monjes tibetanos la llaman la piedra de Shambhala. En India es considerada la piedra sagrada de Krishna.
En China se la conoce como la piedra sagrada del dios del trueno, y los Aborígenes australianos la denominan “maban” que significa magia.
