El mito de Cassandra
El mito de Cassandra
Casandra era hija de Príamo y Hecuba, reyes de Troya. Su nombre significa “la que enreda” o “la lianta”.
Cuenta la leyenda, que de recién nacida ella y su mellizo Heleno, fueron ofrendados al dios Apolo en un templo a las afueras de Troya. Donde los padres organizaron una fiesta.
Por algún motivo, los bebés no fueron recuperados hasta el día siguiente. Cuando fueron a buscarlos, se encontraron con que unas serpientes les estaban lamiendo los oídos.
Los padres horrorizados, ahuyentaron a las serpientes, dejando incompleto el trabajo de éstas de otorgarles el don de la profecía, por lo que sólo podían oír el futuro.
Pero existe otra leyenda, de cómo Casandra consiguió ese don de la profecía. Se decía que el dios Apolo se encaprichó de ella, y que le concedió el don de la profecía si accedía a sus bajas pasiones.
Pero Cassandra se negó a otorgarle su virginidad, a lo que Apolo enfurecido, le escupió en la boca. Por lo que no le quitó el don de la profecía, pero si toda credibilidad.
La condena de Casandra, fue no ser creída nunca.
Casandra era sacerdotisa, en el templo de Apolo. Uno de los rituales, que utilizaba para entrar en trance, era quemar o masticar hojas de laurel.
Vaticinios de Cassandra
Uno de los primeros vaticinios hechos por Cassandra, fue el de que París traería la desgracia a su tierra, destruyendo Troya.
Recordemos que París, era hijo de Príamo, el cual lo había mandado a asesinar, después de que un oráculo le dijera que iba a destruir su reino.
El mismo pastor que lo había abandonado, nueve días atrás en el monte, lo reencontró vivo, mientras estaba siendo amamantado por un oso.
Por lo que se lo llevó a su casa y fue criado por él. Así que, cuando Casandra tocó a París accidentalmente, intuyó que era su hermano, haciendo que se le perdonara la vida.
Otro vaticinio que no fue atendido. Fue de que Elena, la hermosa princesa “raptada” por Paris y esposa de Menelao, traería toda clase de desdichas.
Pero nadie le hizo caso, ya que toda Troya, incluido Príamo, se habían rendido ante los encantos de Elena.
Casandra, melena al viento, y junto con su hermano Heleno, predijo que si Paris se embarcaba hacia Grecia sólo traería problemas. Pero nadie les hizo caso.
La siguiente profecía de Cassandra, fue en el momento de intentar meter el caballo hueco de Troya dentro de la Ciudadela.
El anuncio hecho por ella, de que el caballo contenía hombres armados, hecho que apoyó el adivino Laocoonte, sólo causó acaloradas discusiones.
Todos sabemos cómo acabó la historia.
El final
Después del saqueo de la ciudad de Troya, Casandra fue hecha prisionera y entregada a Agamenón como esclava, el cual además la convirtió en su amante.
Casandra le advirtió de que sería asesinado si volvía a Grecia, pero de nuevo no obtuvo crédito.
A su llegada a Micenas, ella y Agamenón fueron asesinados por Clitemnestra, esposa de Agamenon y reina de Micenas, y su amante Egisto, durante el banquete de bienvenida.
Fue un golpe de estado en toda regla.