El Extraterrestre de Faltwoods
El Extraterrestre de Faltwoods
En la localidad de Flatwoods (Virginia Oeste) era una tarde como cualquier otra, y los niños jugaban un partido de futbol americano en las instalaciones de su colegio, como solían hacer todas las tardes. Sin embargo, aquel 12 de Septiembre de 1952, el cielo les deparaba una sorpresa a los vecinos de la población.
De pronto, y ante el asombro de los niños, una bola de luz que desprendía una fuerte luminosidad rasgo el firmamento, atrayendo su atención. Aquella extraña luz parecía haber aterrizado en una de las colinas cercanas, concretamente en los terrenos de uno de los vecinos, un granjero llamado Bailey Fisher.
Movidos por la curiosidad los niños decidieron acercarse hasta el lugar donde había caído el que presumían un meteorito. Kathlenn May, una granjera que encontraron por el camino cogió una linterna y decidió acompañarlos. La improvisada expedición estaba conformada por la citada Señora May, sus hijos Eddie y Freddie, Ronnie Shaver, Tommy Hyer, Neil Nunley, Gene Lemon y el perro de este ultimo.
Mientras subían por la colina, comenzaron a contemplar a lo lejos una misteriosa luz rojiza que aumentaba y disminuía de tamaño rítmicamente. Cuando se estaban acercado al punto donde parecía se encontraba el luminoso objeto, el perro comenzó a ladra, y a pesar de las ordenes de su amo, salió corriendo, alejándose y muy asustados. A pesar de que la reacción del animal, decidieron salir adelante.
En un determinado momento, y cuando ya se encontraban muy cerca, Gene Lemon se percató de la presencia de dos luces brillantes, similares a grandes ojos, que resplandecían en la oscuridad. En un principio, el niño pensó que se trataba de un mapache o de algún otro animal que se había encaramado a las ramas del árbol.
Por desgracia para el grupo, pronto descubrirían que estaba muy equivocado. La Señora May levantó la linterna y dirigió el haz de luz hacia aquellos ojos.
Todos contuvieron la respiración, mientras sentían que se les helaba la sangre y que su cuerpo se paralizaba por el miedo.
Esos ojos pertenecían a un ser gigantesco, de cabeza redonda y color rojo “como la sangre” y dedos afilados.
El humanoide de unos tres o cuatro metros de altura iba ataviado con una especie de túnica o falda plisada de color oscuro, muy brillante, que llegaba hasta el suelo, una extraña capucha de forma puntiaguda cubría su cabeza y parecía llevar una armadura en el pecho..
El humanoide, al verse observado emitió una especie de silbido y comenzó a moverse levitando en dirección al aterrorizado grupo.
Se desato el pánico y la linterna cayo rodando. En ese momento se inició una frenética huida para escapar de aquella figura de aspecto terrible, y todos corrieron en dirección a la población.
Cuando encontraron a algunos vecinos, relataron los pormenores de su aterrador encuentro.
Según contaron, mientras duro la visión pudieron ver como una extraña neblina se extendía por la colina y además, aseguraron haber percibido un olor nauseabundo.
Apenas había pasado una hora, A. Lee Stewart, reportero del periódico The Braxton Democrat. Acudía hasta el lugar de los hechos en compañía de varios vecinos y armados con escopetas de caza, subieron hasta lo alto de la colina.
No encontraron rastro ni del horrible ser ni de la extraña luz.
Los policías Robert Carr y Burnell Long fueron los encargados de investigar el caso.
Decidieron descartar la hipótesis del ovni y del extraterrestre, concluyendo que fue sólo un meteorito que cayó sobre Tierra. Y que los niños habían sido asustados sólo por un zorro o un búho en la penumbra.
A pesar de la conclusión oficial, el caso del Extraterrestre o Monstruo de Flatwoods se hizo un hueco entre la historia de la ufología de los Estados Unidos.