El Enigma de William Haters: El Asesino del Pintalabios
El Enigma de William Haters: El Asesino del Pintalabios
La Perversidad Humana y los Crímenes del Asesino del Pintalabios
En el oscuro rincón de la historia criminal de Chicago, un joven de tan solo 17 años, William Haters, apodado el “Asesino del Pintalabios”, cometió una serie de crímenes espeluznantes entre 1945 y 1946 que sacudieron la ciudad y capturaron la atención de todo Estados Unidos.
El Horror Inicia
Los horrores comenzaron el 5 de junio de 1945, cuando el cadáver de Joseph, de 43 años, fue descubierto en su apartamento en el vecindario de Edwood. El asesino había apuñalado y degollado brutalmente a la víctima, pero lo más extraño fue la falta de sangre en la escena del crimen. El cuerpo fue lavado meticulosamente y cubierto con una sábana, mientras el rostro quedaba oculto bajo un vestido.
Un Mensaje Escalofriante
El segundo acto de este macabro drama ocurrió el 10 de diciembre de 1945, cuando Frances Brown, de 33 años, fue encontrada asesinada en su departamento. Al igual que Joseph, había sido apuñalada y lavada después del crimen. Pero lo que hizo que este caso fuera aún más inquietante fue el mensaje escrito en la pared con lápiz labial que decía: “Por el amor de Dios, atrápeme antes de que mate más. No puedo controlarme.”
Este escalofriante mensaje llevó a la prensa a bautizar al asesino como el “Asesino del Pintalabios”. El pánico se apoderó de la ciudad, mientras la policía se esforzaba por encontrar al asesino en serie que acechaba a mujeres inocentes en sus propios hogares.
El Capítulo Final de Terror
El último y más atroz capítulo de esta historia tuvo lugar el 7 de enero de 1946, cuando Susan Deknam, una niña de seis años, fue secuestrada y brutalmente asesinada. Su cabeza fue encontrada en una alcantarilla cercana, mientras otras partes de su cuerpo aparecieron en diferentes sumideros de la ciudad. El asesino había mostrado una destreza quirúrgica al desmembrar el cuerpo de la pequeña, lo que dejó a todos atónitos.
Las Dudas y el Arresto de William Haters
Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó cuando William Haters, un estudiante de la Universidad de Chicago con antecedentes delictivos, fue arrestado por intento de robo en el mismo barrio donde se cometió el secuestro y asesinato de Susan Deknam. Haters confesó no solo los crímenes de Joseph y Frances, sino también el de Susan.
La Verdad en Entredicho
Pero las dudas comenzaron a surgir. Haters afirmó que había sido forzado a confesar por la policía y sus abogados. Los expertos señalaron las inconsistencias en las pruebas, como las huellas dactilares que no coincidían completamente y las diferencias en la escritura de Haters con los mensajes en las escenas del crimen.
El Enigma Perdura
A lo largo de los años, muchas voces pidieron la revisión del caso de Haters, pero las autoridades nunca cedieron. A pesar de las dudas razonables sobre su culpabilidad, pasó 66 años en prisión hasta su muerte en 2012.
El Debate Continúa
El enigma de William Haters, el “Asesino del Pintalabios”, persiste como un sombrío recordatorio de la perversidad humana y la complejidad de la justicia. Mientras algunos creen que la verdad sigue oculta, otros sostienen que Haters pagó por crímenes que no cometió. La historia continúa intrigando a quienes se sumergen en los detalles de estos crímenes espeluznantes y sin resolver.
¿Conocías a este asesino en serie?
Miki Nieto
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