Como elevar nuestra frecuencia vibracional
Como elevar nuestra frecuencia vibracional
Hemos oído hablar una y otra vez acerca de cuán importante es el elevar nuestra frecuencia para poder así vivir la vida que realmente deseamos vivir. Pero ¿cómo hacemos esto, cómo elevamos nuestra frecuencia vibracional?
Nuestra consciencia y frecuencia son dos cosas que van unidas.
Cuando exhibimos una frecuencia baja, nuestro estado de consciencia está deprimido y nuestra percepción es limitada.
Por otra parte, cuando exhibimos una frecuencia alta, estamos en un estado de consciencia elevado y nuestra percepción está intensificada.
Mientras más baja sea nuestra frecuencia vibracional, más baja y limitada será nuestra habilidad para comprender, porque nuestro “yo” (limitado-formación mental separada de la fuente de energía infinita) está restringiendo el flujo de la fuerza vital proveniente de la energía base (fuente de energía infinita).
Al mismo tiempo está restringiendo el flujo natural de la intuición que recorre nuestro cuerpo (emocional-mental-físico).
Frecuencia elevada
Mientras más alta sea nuestra frecuencia, más fácil se nos hace la comprensión ya que estamos permitiendo un mayor flujo de energía vital a través de nosotros.
Mantener una frecuencia elevada, irradiar amor incondicional, amor carente de juicios, no solo nos mantiene sanos, sino que eleva las consciencias de los seres que entran en contacto con nuestro campo energético (que es nuestro cuerpo unificado: emocional-mental-físico).
Nuestras emociones son un sistema bioquímico de retroalimentación. Estas son creadas para reflejarnos y mostrarnos de manera física cual es la vibración en la cual estamos.
Podemos generalizar y decir que existen dos tipos de frecuencias, positivas y negativas, sin embargo existen billones de graduaciones dentro de este rango.
La forma más simple de identificar cuáles son las frecuencias positivas y cuáles son las negativas, es a través de las sensaciones, de cómo nos sentimos.
Baja frecuencia
Si percibimos que una emoción/pensamiento o estado físico que no nos hace sentir cómodos o bien, es porque aquella emoción/pensamiento o estado físico está generando una baja frecuencia.
Por el contrario si percibimos que alguno de estos tres una emoción/pensamiento o estado físico nos hacen sentir bien, contenidos y cómodos, esa es la señal bioquímica que nos indica que nos encontramos en una frecuencia elevada.
Por lo tanto, la elevación de nuestra frecuencia depende de nuestra capacidad de sentir o vivenciar emociones/pensamientos o estados físicos positivos.
Pero qué es lo que crea nuestras emociones, qué es lo que las moldea. LA respuesta es: el pensamiento mismo.
Nuestras emociones son un reflejo de nuestros pensamientos, y los pensamientos son una frecuencia en si mismos.
Nuestra frecuencia vibracional depende de la energía de nuestro foco
Lo que hacemos frecuentemente en nuestra vida diaria es permitir que fluyan pensamientos de una frecuencia más alta o más baja de manera inconsciente, sin ponerle la atención necesaria a este proceso. Sin embargo, podemos elegir aquellos pensamientos que nos hacen sentir mejor y elevar nuestra frecuencia vibracional de manera voluntaria.
Para ello debemos entrenarnos en este proceso.
No existe nada más importante que los pensamientos que generamos y en que nos enfocamos o ponemos nuestra atención.
Esto es lo nos va a permitir mantener nuestra frecuencia elevada e intacta al interactuar con personas que exhiban una frecuencia extremadamente baja.
Métodos que elevan nuestra frecuencia vibracional
Meditación
Si estamos pasando por un momento en el que nos es difícil detener el espiral de pensamientos negativos, una de las mejores cosas que podemos hacer es darnos un tiempo para meditar.
La meditación nos permite reducir poco a poco el flujo de nuestros pensamientos, y mejorar ostensiblemente la calidad de ellos y eventualmente nuestra frecuencia vibracional se verá afectada positivamente.
Observación de la mente
Otra técnica muy útil es la que llamamos “La observación de la mente”, que esencialmente se trata de sentarse relajado, y sin juzgar o criticar nuestros pensamientos, nos ponemos como meros espectadores de estos y los observamos a medida que estos fluyen.
Lo que ocurre durante en este proceso es que al ponernos a nosotros como meros observadores de estos pensamientos, no estamos invirtiendo nuestra energía total en ellos. No los somatizamos como si fuéramos nosotros los que estamos pensándolos.
Luego los vemos moviéndose por el cielo como nubes barridas por la suave brisa de la mañana.
Permita que su mente exprese todo lo que tenga que expresar, no importa si eso es ira, dolor, o rigidez. Escribirlos también puede ser útil y clarificador.
Si necesitamos gritar llorar o golpear una almohada, está bien. Consideremos que este es un proceso de descarga total.
Cada uno de nosotros sabe o intuye que es lo que nos hace sentir mejor, que es lo que nos provoca emociones positivas. Así que en base a ello y en que podemos confiar en nuestra intuición completamente, podemos escribir una lista que contenga todas aquellas cosas, emociones o acciones que nos hacen sentir bien.
Mindfulness
La meditación en consciencia plena o atención plena (Mindfulness) nos ayudará a reconocer la raíz de nuestras emociones, abrazarlas, aceptarlas y transmutarlas en amor y compasión.
Tareas simples y efectivas para elevar nuestra vibración
Las cosas que podemos hacer para elevar nuestra frecuencia vibracional son infinitas, pero aquí hay una lista que puede servir de guía:
Cambie lo que haya que cambiar
Haga cambios positivos conscientes en su estilo de vida, creencias, miedos o juicios. Use su intuición en este proceso, ya que lo más seguro es que usted ya conozca aquellos cambios que son los necesarios para elevar su frecuencia y por consecuencia su calidad de vida.
Use la música
La música tiene la capacidad de traspasar todas las barreras del “yo”. Al escuchar música estamos entrenando nuestra frecuencia para que se alinee con la frecuencia de lo que estamos escuchando. Hay que ser muy honesto en este caso. Debemos identificar entre todas nuestras preferencias, cuáles son las que realmente nos hacen sentir bien.
Cantar, silbar o tocar un instrumento que nos guste son un excelente ejercicio también.
Pase tiempo al aire libre en la naturaleza
La naturaleza es por antonomasia una de las manifestaciones que exhibe una de las frecuencias vibracionales más altas. Ya que esta existe en un estado de no-resistencia.
Hágase consciente de su respiración
La respiración es aquello intangible que nos une directamente con la energía fuente, es por eso que respirar profundo y tranquilamente nos trae paz e introspección. Permítase unos minutos cada día, solo para apreciar lo maravilloso que significa el tener el poder de respirar.
Respirar nos refresca física, emocional e intelectualmente y nos trae al momento presente, todo en una sola respiración.
Pase tiempo en compañía de seres que nos hacen sentir bien
Pase tiempo con personas, animales u objetos que exhiban una frecuencia vibracional alta. Éstos pueden ser amigos, guías espirituales, mascotas, cristales, etc.
Cada vez que nos exponemos a un animalito, algo o alguien con una frecuencia elevada, estamos entrenando nuestra propia frecuencia a sintonizar con ese tipo de frecuencias. Cualquier actividad que nos inspire, va a elevar nuestra frecuencia.
(Esto se extiende a seres físicos o manifestaciones trascendentes del espíritu. Guías, ángeles guardianes, etc).
Cree espacio
Cree espacios de comunicación, de creación y de expresión, cree espacios físicos, emocionales y espirituales. La creación de espacios genera expansión. La energía de la expansión, es la energía base que mueve al universo y por ende nos conecta directamente con su frecuencia vibracional.
Nutra su espíritu con material que lo haga sentir íntegro
Leer un libro que nos haga sentir bien acerca de nosotros o del mundo en el que vivimos, ver películas que nos hagan sentir bien o empoderados, escuchar a personas o guías que nos han sentir bien y que causen nuestro despertar elevará nuestra vibración.
Use la Cromoterapia (terapia con color) o la Aromaterapia (terapia con aromas)
Al igual que la música estas formas de terapia hacen que nuestra frecuencia entre en alineación instantánea con ya sea el aroma o el color al que estamos expuestos.
Aceites esenciales con una frecuencia vibracional muy alta:
Rosa Damascena 320 MHz
Lavanda (Lavendula angustifolia) 118 MHz
Mirra (Commiphora myrrha) 105 MHz
Manzanilla Azul(Matricaria recutita) 105 MHz
Enebro (Juniperus osteosperma) 98 MHz
Sándalo (Santalum album) 96 MHz
Angélica (Dong Quai-Angelica archangelica) 85 MHz
Menta (Mentha peperita) 78 MHz
Gálbano (Ferula gummosa) 56 MHz
Basil (Ocimum basilicum) 52 MHz
Colores que elevan nuestra vibración; uso y significado:
- Rojo : Energizante, relajante muscular, promotor de la regeneración celular y del sistema circulatorio, elevador de la temperatura, es un estimulante del hígado, activa el metabolismo, ayuda a sanar enfermedades hematológicas como la anemia, etc.
- Amarillo : Despierta el intelecto, alivia síntomas relacionados con el nerviosismo, nutre el plexo solar, alivia condiciones del estómago, hígado e intestinos. Potente alcalinizador, estimula la claridad mental.
- Verde : Es el color de la sanación integral, ya que es el color medio del espectro,, es la manifestación del equilibrio entre lo físico y lo espiritual. Armonizador de energías, relajante, estabilizador de la presión arterial, el sistema cardiovascular, tónico general.
- Azul: Es el color de la comunicación, el habla y la garganta. Relaja el sistema nervioso y ayuda a aliviar trastornos del sueño. Indica lealtad y confianza, y eso es lo que nos produce. Nos da claridad y sabiduría y nos pone en un estado de paz..
Otros colores:
- Naranjo: Activa el poder de nuestra mente, libera la represión, combina el rojo y el amarillo creando un equilibrio entre la energía física y la sabiduría de la consciencia induciendo procesos de transformación. Genera estados de alegría, estimula nuestra creatividad y nuestras emociones en general. Es un potente reparador celular, especialmente de los riñones y vesícula para aquellos que tienen cálculos, alivia espasmos, y enfermedades respiratorias.
- Violeta : Es el último color que podemos percibir con la vista antes de que se transforme en luz ultra violeta. Generalmente no se utiliza para sanar síntomas físicos, sin embargo algunos expertos sugieren que posee un poder sin igual al momento de nutrir las células en la corteza cerebral. El violeta purifica nuestros pensamientos y emociones, nos provee inspiración, intuición y nos conecta con la fuente de energía infinita. Leonardo Da Vinci promovía el uso de vitrales violetas en las catedrales ya que incrementaba el poder de la meditación multiplicándolo por diez.
Movimiento
Realizar algún tipo de ejercicio que nos pone de buen humor, eleva nuestra frecuencia, ya que el movimiento físico permite que nuestro cerebro libere endorfinas las cuales reducen la intensidad del “dolor” percibido por el cerebro.
Además hacer que el oxígeno se movilice por nuestro cuerpo de manera continua, emula la acción de la meditación del respirar, que ha sido utilizada por milenios por innumerables culturas como una conexión directa entre nosotros y la energía fuente (dios) generando una armonización instantánea.
Lleve un diario de la apreciación y la gratitud hacia la vida
Escribir un diario o cuaderno donde llevemos cuenta de todas las cosas por las cuales estemos agradecidos o todo lo positivo que nos ocurra cada día. Este debe ser un tipo de escritura relajada pero enfocada, que amplifique nuestra intención y foco en lo que estamos escribiendo.
También es una posibilidad el utilizar el método de “afirmación” o “declaración”, poniendo nuestra atención en objetos personas o situaciones que nos hacen sentir bien.
Por ejemplo: Si vamos caminando por la calle decimos internamente:
“Mi intención es encontrar en mi camino cosas que me agrade ver o experimentar, que me hacen sentir lleno de vida cuando las veo”.
“Me encanta el color de ese vestido o de esa flor, o me gusta ver el modo en que esas personas van tomadas de la mano.”
Frecuencia
Estos pequeños gestos causarán un gran cambio en nuestra frecuencia.
La importancia de realizar activamente estos gestos que nos ponen en un estado de apreciación pura, de gratitud pura, es que estos generan en nosotros la frecuencia exacta que nos conectará directamente con la fuente energía infinita.
La energía del universo es la energía de la apreciación, de la compasión, del amor sin condiciones, y cuando experimentamos esto nosotros mismos nos estamos conscientemente acercando a la vibración del universo, la más poderosa y pura que existe.
Nadar o pasar tiempo cerca de fuentes de agua.
Aunque es la luz la manifestación que posee la frecuencia más cercana a la de la fuente de energía infinita, el agua por su parte exhibe una frecuencia extremadamente pura también.
Así que pasar tiempo cerca o dentro de una fuente de agua nos va a automáticamente poner en una frecuencia cercana a la de la energía fuente.
Es por eso que nos sentimos tan en paz cuando estamos cerca del mar, río o simplemente tomando un baño, y la razón tras de esa sensación es que realmente nos estamos purificando, estamos purificando nuestra frecuencia vibracional.
Practique la bondad sin prejuicios, o realice acciones de amor desinteresado.
Practique la ayuda desinteresada. Regale algo a alguien que esté en un periodo de necesidad. Ayude a un animal que esté en problemas o sin hogar. Extiéndale la mano a alguien que sufre. Visite a alguien.
Escriba mensajes positivos y regálelos a personas desconocidas o déjelos en los parabrisas de sus autos.
Invítele una comida o un té a alguien que vive en la calle.
Regale una sonrisa a un desconocido.
Cada vez que irradiamos amor estamos automáticamente elevando nuestra frecuencia y mejorando el mundo que nos rodea.
“Regale amor y compasión lo más posible. Siempre es posible”.
Cuestionamiento
Cada vez que nos cuestionamos las “supuestas verdades” de nuestra vida y le damos el espacio a la intuición y al intelecto a responderlas, estamos automáticamente liberándonos a nosotros mismos de la ilusión de la limitación y del miedo.
Mientras más nos conocemos a nosotros mismos y mientras más observamos el mundo de manera pro activamente consciente y enfocada, pensando de maneras poco convencionales, más fácil se nos hará mantener nuestra frecuencia en un nivel alto.
Sonría, juegue y ría
Cualquier cosa que cause que una sonrisa nazca en nuestros labios o que una risa se nos escape, va a hacer que nuestra frecuencia se eleve de una manera increíble.
La risa es el resultado natural de un estado vibracional elevado, es una descarga de energía positiva, una energía pura de apreciación y desapego.
Dedicación y compromiso para lograr una vida en armonía
Dedicarse a la búsqueda de aquello que nos hace sentir felices tendrá que convertirse en nuestra prioridad número uno. No podemos darnos el lujo de dar espacio a pensamientos que no nos ayudan en este camino.
Sin embargo, si tenemos algún pensamiento negativo, lo que no debemos hacer es resistirle. El mero hecho de frustrarnos por haberlo tenido, es una muestra de resistencia. Recordemos que todo lo que se resiste, persiste.
Aceptemos con compasión lo que emergió, expresémoslo de modo saludable, y luego continuemos avanzando en la dirección de nuestro bienestar.
Recordemos, todo lo que nos haga sentir bien, nos va posibilitar tener una frecuencia saludable y mejor.
En conclusión
Las cosas, las situaciones, lugares o personas en sí mismas sólo nos están ofreciendo su freecuencia, pero depende de nosotros tomarla o no. Es siempre nuestra propia elección la que prima en este ejercicio de bienestar y paz interior.
Al entrar en conexión con lo que nos hace sentir bien nos aleja de la idea de separación, de soledad y de individualidad, nos coloca en una perspectiva más universal, la perspectiva de la compasión pura, de la aceptación y de la apreciación.
Recordemos que nuestras emociones son la expresión o el indicador de cuál es la frecuencia que estamos exhibiendo.
Elevar nuestra frecuencia vibracional no es una tarea mística, ni difícil. No se trata de un conocimiento arcano u oculto, reservado para las elites o cultos especiales.
Por el contrario es una tarea que solo requiere nuestro foco e intención positiva, una tarea en la que nuestra prioridad es la gratitud, la alegría y el goce de vivir.
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