Calaveras de cristal

Cuentan que fue en 1924 cuando Anna Le Guillon Mitchel-Hedges, hija del aventurero británico F.A. Mitchell-Hedges, y mientras se encontraban en el interior de un templo en Lubbatún, actual Belice, buscando pruebas de la existencia de la Atlántida, cuando, y casi por casualidad, enterrado bajo un altar encontró el primero, y más famosos de los llamados cráneos de cuarzo o calaveras de cristal. Cráneo al que Anna bautizó como la “Calavera del Destino”, ya que decía era utilizado por los sacerdotes mayas para invocar a la muerte.

Aprendiendo

Desde que ahora  hace un año me incorporé en este ilusionante proyecto llamado “Narradores del Misterio”, no lo voy a negar, he tenido que cambiar algunos conceptos sobre mi visión de las cosas, y lo que más he aprendido, es la de cosas que todavía me quedan por aprender.

¿Civilización muy anterior a la nuestra?

Crecí leyendo a Von Daniken, y durante muchos años defendí con ahínco sus teorías. Hace miles,  o millones de años, existió en la tierra otra civilización que vivía en contacto permanente con los hombres de las estrellas, los Dioses, los cuales compartían con ellos sus tecnologías y sus conocimientos,  hombres que dejaron su promesa de que algún día volverían.

Ahora pienso que sí es posible que existiera otra civilización muy anterior a la nuestra más antigua en la historia que aquellas reconocidas por la comunidad arqueológica oficial. Otra humanidad, y que desapareció seguramente por la misma razón que un día podríamos desapareceremos nosotros. Guerras, contaminación, ambición, egoísmo; pero de lo que no estoy tan segura es de que los dioses vuelvan algún día, porque en realidad, lo que creo es que nunca se fueron.

Los mayas un pueblo avanzado a su tiempo

Cuarzo

En el programa de ayer, Carlos Martínez, que dice ser uno de los guardianes de los cráneos de cuarzo. Nos habló de su historia y de su vinculación con las ya famosas y controvertidas calaveras de cristal. Durante años, muchos han investigado acerca de estos misteriosos objetos, antigüedad, método de realización, y la ciencia que, como de costumbre, ha intentado por todos los medios demostrar una falsedad, que al parecer algunos ni tan siquiera han perdido tiempo en debatir. Porque lo importante no es el que, ni el cómo, ni el cuando, sino el mensaje que nos quieren transmitir.

Antepasados

Al parecer los cráneos nos están siendo dados  por aquellos hombres de las estrellas, igual que lo hicieron con nuestros antepasados, aunque quizás ellos, se pasaron tanto tiempo en debatir si eran auténticos o falsos, que se despreocuparon de intentar comprender el mensaje que querían transmitir, y quizás fue por eso por lo que lo único que ha perdurado en el tiempo hayan sido los cráneos, y no ellos. Pero sus cráneos, no los nuestros.

Los nuestros nos están siendo dados en nuestro tiempo, con nuestro mensaje, para que a través de ellos nos observemos a nosotros mismos. Para que miramos a nuestro interior, para que entendamos cual es el propósito de nuestra existencia, y para que comprendamos les son realmente los valores que debemos cultivar cada uno de nosotros.

Parte de la Historia

Muchos son los llamados y pocos los elegidos, decía nuestro invitado recitando la frase bíblica. Aunque no, no son los cráneos ni los dioses los que nos eligen, sino nosotros mismos, acudiendo o haciendo oídos sordos a esa llamada.

El destino no está escrito, pero si dentro de cientos de años, un arqueólogo del futuro descubre  unos de esos cráneos, que hace unos días tuve el privilegio de tocar con mis propias manos, significará que no habremos entendido nada, que nuestra civilización tal como ahora la conocemos habrá dejado de existir, y que, por tanto, esos cráneos ya forman parte de la historia. Por tanto, tendrán que buscar los suyos e intentar buscar y aprender de ese nuevo mensaje. Será la única manera de evitar que la historia se repita nuevamente.

La leyenda cuenta que cuando las 13 calaveras de cristal entregadas a los hombres por los dioses sean descubiertas, transmitirán todo su conocimiento.

Fran González

Las calaveras de cristal

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