Antes de dormir
Antes de dormir
Relatos de terror antes de dormir. Lucy es una pequeña ejemplar. Una obediente, respetuosa y muy tierna señorita que llegó a llenar el inmenso vacío que dejó la partida de mi adorada hija Diane.
Su adopción es sin duda alguna la más bella experiencia que he podido vivir en estos míseros años.
Rápidamente, nos hicimos completamente inseparables, cómplices y las mejores amigas del mundo entero. Ella es un regalo del cielo, que trajo esperanza y paz a mi atribulado corazón.
Como cada noche le preparé un baño tibio, su taza de leche con gotitas de miel y cepillé su cabello tiernamente antes de dormir. Y esa parte era sin duda nuestra favorita y se había convertido en una suerte de ritual entre madre e hija para estrechar aún más los lazos.
Ella solía empezar.
Como cada noche, tomó mi larga y anaranjada cabellera entre sus diminutas y frágiles manos y peinó dulcemente cada rizo.
Luego, era mi turno. Tomé suavemente su cabello entre mis manos y comencé a cepillarlo con delicadeza y ternura, con el fin de que mi pequeña se relajase lo más posible y así tuviese una reparadora y tranquila noche de sueño como no la había podido tener en meses.
Sin embargo, este pequeño ritual parecía estar funcionando y trayéndonos mucha paz.
Cada cepillada que daba era siempre al son de una susurrada y tenue melodía que ella cada noche me pedía que le cantara.
De pronto, su pequeña cabeza comenzó a bambolearse poco a poco, casi imperceptiblemente. Y esa era la señal inequívoca de que estaba quedándose dormida.
Suavemente la deslicé entre las cobijas, la miré, acaricié su pequeña frente, apagué la luz y me alejé en silencio.
Ya en mi habitación no dejaba de pensar en lo que me había contado esa tarde.
¿Sería posible que ella también tuviese algún tipo de problema psicológico como lo tenía Diane?
Los pensamientos iban y venían como nubes en una vertiginosa tormenta y nada parecía tener sentido. Me levanté para ir a buscar una taza de té de hierbas y así poder relajar un poco mi apesadumbrada mente y poder por fin conciliar el sueño.
Sigue Relatos de terror antes de dormir