AL-Andalus: Boabdil ‘El Chico’
Los Reyes Católicos y el secuestro
Cuando los Reyes Católicos reclamaron las parias al reino de Granada, Muley Hasán se negó a pagarlas. Es célebre la frase que pronunció. frase Era un auténtico desafío a los monarcas cristianos: “En las fábricas de Granada hoy ya no se labra oro ni plata, sino lanzas, saetas y alfanjes contras sus enemigos”.
La cosa estaba bien clara. Muley Hasán lo demostró rompiendo las hostilidades y apoderándose de la fortaleza de Zahara. En represalia, los cristianos conquistaron Alhama, pero poco después eran derrotados en Loja.
En una de aquellas algaradas, tan frecuentes en las zonas fronterizas, en las que los cristianos se internaban en territorio musulmán y los moros hacían lo propio en tierras cristianas, fue hecha prisionera la hija del alcaide de Martos, Isabel de Solís. Era una mujer muy hermosa. Cuando la vio el sultán se enamoró perdidamente de ella.
Isabel, con un innegable sentido práctico y despreciando lo mal visto que entre los cristianos estaba aquello de que las cautivas se casasen con sus raptores, se convirtió al Islam.De paso, se convirtió en sultana y esposa favorita de Muley Hasán.
Ahora se llamaba Zoraya y su llegada al harén fue muy mal recibida por la que, hasta el momento, figuraba como esposa principal, Aixa la Horra(la honesta).
Celos entre las sultanas
Los celos entre ambas mujeres sembraron la discordia en el harén que se saldó con la expulsión de Aixa que se refugió en uno de los palacios del Albaicín.
Aixa había tenido dos hijos con Muley Hasán,Abú Abd Allah el Zaquir el Chico más conocido por Boabdil y Yusuf. Estas desavenencias familiares fueron el fermento que atizaría la guerra civil, pues la despechada Aixa no dejó de soliviantar a los hijos contra su padre.
Yusuf murió pero Boabdil el Chico fue proclamado rey. Su padre tuvo que refugiarse en Málaga y, aunque recuperó el trono fue, de nuevo, destronado, por su hermano El Zagal.
La lucha civil quedó establecida entre tio y sobrino. El Zagal,en 1482,derrotó a los cristianos en la Aljarquía y Boabdil creyó necesario obtener también una victoria para asegurarse su posición en la lucha por el trono. Se atrevió a presentar batalla a los cristianos en Lucena, pero además de ser derrotado, cayó prisionero.
Boabdil y la rendición
En 1490 sólo obedecían a Boabdil la ciudad de Granada y la parte correspondiente a su vega. En 1491 los Reyes Cátolicos procedieron al cerco de la ciudad. Levantaron frente a ella un campamento de piedra que, posteriormente, se transformaría en la ciudad de Santa Fe.
Fueron largos meses de angustia y penurias para los habitantes de la hermosa Granada. El cerco se estrechaba más y más ante la impotencia de Boabdil que veía, como día a día, se deterioraba la situación. El hambre comenzó a causar estragos entre la población; y se iniciaron las negociaciones entre los sitiadores y los sitiados. Era evidente que había que rendirse, pero no a cualquier precio.
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