La cárcel encantada de Charleston
La cárcel encantada de Charleston
cuenta en su haber con varios edificios con leyenda, construida en 1802 y que albergó algunos de los más infames criminales de Estados Unidos, incluido esclavos rebeldes, piratas del siglo XIX, y Lavinia Fisher, la primera asesina en serie de Estados Unidos. Miles de presos murieron dentro de sus imponentes murallas y que a día de hoy los espíritus atormentados continúan merodeando el antiguo edificio.
Antes de la construcción de la cárcel, los funcionarios utilizaban el terreno en el que la cárcel se erige como un hospital, una casa para los pobres, además de una casa de trabajo para los esclavos fugitivos. Según algunos historiadores, 10.000 personas murieron en la cárcel, hasta que esta cerrará definitivamente sus puertas en 1939, ya sea por ejecuciones, lesiones o enfermedades. La cárcel estaba destinada a albergar a 130 reclusos, pero en ocasiones llegaban a haber más de 300 personas. Por lo tanto, no es sorprendente que las enfermedades y la violencia reinaran entre sus paredes.
Ahora este mítico edificio es propiedad de American College of the Arts Building, y por lo general no se permite la entrada al público. Sin embargo, en los últimos años varias empresas de tours especializadas en cárceles encantadas ofrecen la posibilidad de visitar el terrible lugar.
Estas visitas turísticas no están exentas de polémicas, ya que los visitantes informan de pesadas puertas que se cierran de golpe, objetos que se mueven o desaparecen, y misteriosas voces en habitaciones vacías, entre otros extraños fenómenos.
En una ocasión, un equipo de investigación observó unas formas oscuras humanoides que se“desplazaban” por los pasillos mientras que “orbes” de un extraño color flotaban por todo el enigmático edificio. Los investigadores también escucharon como unas cadenas se arrastraban por el suelo, aunque no existen cadenas móviles en toda la cárcel.
Algunos visitantes también afirman haber avistado el fantasma de Lavinia Fisher.
A principios de 1800, Lavinia Fisher y su esposo John, antiguo pirata y del cual se decía tenía una debilidad especial por la uitlización de veneno, poseían un hotel al norte de Charleston, el Six Mile Wayfar House, en el que la pareja asesinaba a los huéspedes adinerados sirviéndoles té envenenado y vertiendo sus cuerpos en fosas preparadas para la ocasión en el sótano.
La sentencia para sus atroces asesinatos fue la pena de muerte, y justo en el momento antes de su ahorcamiento, Lavinia Fisher gritó a la multitud reunida: “Si alguno de ustedes tiene un mensaje para el diablo, me lo dicen ahora porque yo lo veré en un momento”.
En 2011, un equipo de expertos investigó la cárcel y afirmaron que consiguieron grabar la voz de Lavinia diciendo “el diablo” en respuesta a una pregunta. Pero no solo los expertos han conseguido grabar los extraños fenómenos relacionados con Lavinia, muchas otras personas también han afirmado capturar psicofonías, fotografías, vídeos que son atribuidas al fantasma de Lavinia.
La realidad es que los guías turísticos insisten en que la cárcel está embrujada, y que incluso los restauradores temen entrar en el misterioso lugar. Pero además de todos ellos, la policía afirma que se activa la alarma regularmente cuando no hay nadie alrededor y que los residentes cercanos a la cárcel ha informado en numerosas ocasiones ver sombras que se movían alrededor del edificio.