La Leyenda del Dorado

La ceremonia de nombramiento del nuevo Jefe Muisca (Los Muiscas eran los habitantes nativos de Bogotá y otras partes de Cundinamarca y Boyacá) solía tener lugar en el centro de este lago. Se dice que el nuevo jefe Muisca se cubría de polvo de oro . Luego navegaba hasta el centro del lago en una balsa de madera desde la que posteriormente saltaba al agua. La balsa estaba cargada de preciosos tesoros que luego eran arrojados al agua como símbolo de adoración a sus dioses.

Cuando los españoles llegaron a este territorio y oyeron hablar de la leyenda de El Dorado. Organizaron muchas expediciones para encontrar el oro sumergido en el lago. Incluso intentaron drenar el lago pero nunca se encontró nada. Creemos que el verdadero tesoro de Guatavita es su fantástica belleza natural y su tranquilidad.

Otra leyenda

Es la historia de un cacique cuya mujer fue sorprendida en adulterio y por esto, condenada y atormentada por un grupo de indios que cantaban coplas relatando su delito con todos los detalles.

La desesperación y la culpa hicieron que dicha mujer se lanzase a una laguna, donde murió ahogada junto a su pequeña hija. Esto provocó que el cacique lleno de remordimientos quisiera expiar la muerte de su esposa pidiendo consejo a los sacerdotes de confianza. Éstos le dijeron que su mujer vivía todavía y que habitaba en un hermoso palacio situado en el fondo de la laguna; que su alma estaría salvada si le ofrecía todo el oro del mundo.Y asi comenzó la leyenda.

La Leyenda de La Madremonte

Así lo hizo durante varias veces al año. Los indios portaban las ofrendas y las lanzaban al agua, siempre de espaldas, mientras el cacique se desnudaba y cubría su cuerpo de un pegamento natural. Se rociaba con oro en polvo, luego subía a una balsa y se internaba hasta el medio de la laguna donde se entregaba a lamentos y oraciones. Después se bañaba para dejar el oro en polvo que cubría su cuerpo. El ritual se repitió de manera infinita con el gobernante absoluto del Zipazgo (territotorio de la Confederación Muisca) haciendo sucesivamente el ritual.

En conclusión

Y así fue como comenzó la leyenda del Dorado, nunca se supo ubicar exactamente la laguna , cerca de la ciudad de Guatavita, a dos horas aproximandamente de Bogotá, pero los conquistadores más ambiciosos perdieron su paciencia, y algunos la vida, por encontrar este legendario tesoro. Se dice que es un lugar mágico donde los visitantes pueden experimentar un encuentro místico con la naturaleza y relajarse rodeados de uno de los más bellos paisajes cerca de Bogotá.

Redacción NdM