Spaceline: Ascensor lunar
Los viajes a la Luna pueden dar un vuelco espectacular si se lleva a cabo la propuesta de ascensor espacial que uniria nuestro satélite con la Tierra.
Spaceline: Ascensor lunar
Al extender una línea, anclada en la luna, a las profundidades del pozo de gravedad de la Tierra, podemos construir un cable estable y transitable. Esto permitiría el movimiento libre desde la vecindad de la Tierra hasta la superficie de la Luna. Hablamos del Spaceline
Con los materiales actuales, es factible construir un cable que se extienda hasta cerca de la altura de la órbita geoestacionaria. Esto permite un fácil recorrido y construcción entre la Tierra y la Luna.
El ascensor
Quizás el mayor obstáculo para la expansión de la humanidad en todo el Sistema Solar es el costo prohibitivo de escapar de la atracción gravitacional de la Tierra. En sus muchas formas, el elevador espacial proporciona una forma de eludir este costo. Permitiría que las cargas útiles atraviesen un cable que se extiende desde la Tierra hasta la órbita.
Sin embargo, los materiales modernos no son lo suficientemente fuertes como para construir un cable capaz de soportar su propio peso . Un ascensor espacial tiene muchos beneficios en cuanto a la exploración espacial se refiere. Permitiría viajar al espacio exterior con mucha facilidad en comparación al método tradicional.
La propulsión de cohetes es muy cara y complicada. Incluso en el caso del cohete Falcon 9, de SpaceX, que a pesar de ser parcialmente reutilizable cuesta unos 62 millones de dólares por lanzamiento.
Se precisa algo que nos permite alcanzar la órbita baja de la Tierra. Un ascensor espacial podría llevarnos por un coste inferior. La idea original de un ascensor espacial que saliera de la Tierra, fue planteada por primera vez por el científico ruso Konstantin Tsiolkovsky en 1895. El ascensor lunar permitiría desplazarse desde la superficie de la Luna al espacio.
Spaceline ¿Ciencia ficción?
Se suele imaginar como una parte más de una base futurista. La plataforma se ubicaría en la superficie de la Luna. El cable no se extendería hasta la órbita lunar, sino que lo haría hasta la órbita geoestacionaria, a unos 35 500 kilómetros de la Tierra.
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