Los Zapotecas, el pueblo de las nubes

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Los Zapotecas, el pueblo de las nubes

La cultura Zapoteca es considerada una de las civilizaciones más avanzadas de Mesoamérica durante la etapa precolombina. Alcanzó su máximo esplendor entre los años 500 a.C. y 800 d.C. .
Se autodenominaron como “el pueblo que vive en las nubes”, pues creían ser descendientes directos de los dioses.
Sus primeros asentamientos se destacan en las zonas montañosas de Oaxaca, para posteriormente extenderse a los estados de Guerrero, Puebla y el Istmo de Tehuantepec.

Religión 

Como la mayoría de los sistemas religiosos mesoamericanos, la religión zapoteca era politeísta. Dos deidades principales incluían a Cocijo, el Dios de la lluvia y Coquihani, Dios de la luz. Estas deidades, junto con muchas otras, se centraban en los conceptos de fertilidad y agricultura.
Una de sus principales deidades fue Xipe Totec, una divinidad trinataria.
Totec; el Dios superior que les regía. Xipe; creador de todo lo que les rodeaba y Tlatlauhaqui o la divinidad del Sol.
Todos y cada uno de sus Dioses estaban relacionados con los animales, los fenómenos naturales y la vida diaria.
Pitao Cocijo, Dios del trueno y la lluvia.
Pitao Cozobi, Dios del maíz Tierno.
Xonaxi Quecuya, Dios de los terremotos.
Pitao Cozana, Dios de los antepasados.
Coqui Bezelao, Dios del inframundo y la muerte.
Se habla de las costumbres y tradiciones de los zapotecas centradas en los sacrificios humanos a estos dioses de la fertilidad, y también jugaran juegos de pelota elaborados y rituales en la cancha de Monte Albán. También practicaban rituales de dedicación, que limpiaban un nuevo espacio. En un escondite en Oaxaca se encontraron piezas finas de jade, perla y obsidiana, y probablemente se usaron para limpiar los templos o sitios religiosos al finalizar la construcción. Los zapotecas creían firmemente que el destino del hombre estaba unido al de un animal, por ello cuando nacía un niño se tenía la costumbre de esparcir cenizas en la choza del recién nacido para que en ellas se dibujara la huella del animal que representaría la personalidad del pequeño.

Expansión y decadencia

Entre las fases 1 y 2 de Monte Albán, hubo una considerable expansión de la población del Valle de Oaxaca. A medida que la población crecía, también lo hacía el grado de diferenciación social, la centralización del poder político y la actividad ceremonial. Otro efecto de este auge poblacional y la expansión política de los militares durante Monte Albán 1–2 fue el desarrollo de estados independientes y fragmentados. Estas áreas desarrollaron centros regionales de poder con distintos líderes y dialectos lingüísticos. Sin embargo, los gobernantes zapotecas mantuvieron el control sobre vastas franjas de la región. Algunos arqueólogos sostienen que el edificio centrado en la plaza principal de Monte Albán contiene representaciones de cabezas elaboradas, que representan a los gobernantes de las provincias conquistadas.
Los zapotecos fueron finalmente destruidos por los invasores españoles. Habiendo perdido militarmente a los aztecas en las batallas de 1497–1502, los zapotecas intentaron evitar la confrontación con los españoles y con suerte, el trágico destino de los aztecas. Pero los españoles aprovecharon esta postura pacifista para después de cinco años de campañas terminar derrotándolos en 1527. La llegada de nuevas enfermedades y armas de acero también debilitó cualquier intento de revuelta de la población zapoteca. Hubo algunos levantamientos posteriores contra los nuevos gobernantes, pero a todos los efectos, los zapotecas fueron conquistados. Sin embargo, las siete lenguas zapotecas y cientos de dialectos zapotecas aún sobreviven con poblaciones que se han extendido por todo México y también Los Ángeles, California.

Escritura zapoteca y religión  

Los zapotecos desarrollaron un calendario y un sistema de escritura logo silábico que usaba un glifo separado para representar cada una de las sílabas de la lengua. Se cree que este sistema de escritura es uno de los primeros sistemas de escritura de Mesoamérica y un antecesor de los desarrollados por las civilizaciones maya, mixteca y azteca.
Según las leyendas zapotecas, tanto históricas como contemporáneas, sus ancestros emergieron de la tierra o de las cuevas, o se convirtieron en personas de árboles o jaguares. Su elite gobernante aparentemente creía que descendían de seres sobrenaturales que vivían entre las nubes, y que al morir volverían al mismo estado. De hecho, por ello el nombre por el cual se conoce a los zapotecas “el pueblo que vive en las nubes”.

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