La maldición del Orlov Negro

La historia de este diamante es tanto misteriosa como desconocida.  Se cuentan diferentes versiones del origen de tan hermosa joya, la cual recibe diferentes nombres como “El Ojo de Brahama” , “El Orlov Negro” o “El Diamante de la Muerte” pero todas las denominaciones llevan la maldición. 

Una leyenda cuenta, que este diamante fue robado de la estatua del Dios hindú, Brahama en Pondicherry. La India por un soldado francés, que murió de forma trágica poco tiempo después.

Otra leyenda cuenta, que fue robado por un monje del medievo, y que por eso la gema quedó maldita. Aquí ya vemos que no se ponen de acuerdo en quién fue el que robó el diamante.

Lo siguiente que se cuenta sobre esta joya es que perteneció al zar Orlov, quien se lo regaló a la zarina Catalina II. Durante años, permaneció en posesión de la realeza rusa, hasta que vino la revolución de 1917.

Después cayó en manos del empresario de diamantes de Nueva York, Estados Unidos, J. W. Paris en 1932.

Paris importó el diamante a Estados Unidos, poco tiempo después murió arrojándose por la ventana de un rascacielos de esta misma ciudad.

Quince años después, las princesas rusas Nadia Vygein-Orlov y Leonila Galitsine-Bariatinsky, fueron dueñas de este diamante durante el siglo XVIII y se suicidaron con meses de diferencia al saltar desde un edificio en Roma.

Tras estos sucesos. El diamante fue cortado en tres partes y comprado por diferentes coleccionistas privados, que hasta el momento han sobrevivido a la maldición de la joya.

¿Se puede decir que la maldición ha quedado rota después de esto? Quien sabe, cuentan que el diamante pesaba entre 200 y 300 quilates y que su peso actual de es 67.5 quilates (me imagino que es uno de los 3 trozos) que por cierto se encuentra en el Museo de Historia Natural de Londres, Inglaterra desde 1943 y se exhibe como una pieza tanto única como misteriosa.

Museo de Historia Natural

Echando la vista atrás

Si volvemos atrás, a las últimas dueñas. Las princesas rusas nos damos de narices con un nuevo dueño, un joyero de Nueva York, Charles Winson o Harry Winston (otro dato el cual no se pone de acuerdo la historia de este diamante), le adjudicó un precio de 150.000 dólares mil.

Comenzó a exhibirlo en 1.950 y lo vendió por un valor de 300.000 dólares en 1969.

Desde esta venta el diamante fue cambiando de manos en muchas ocasiones.

En el año 1990, fue vendida a Sotheby`s (galería de arte) por 900.000 dólares y cinco años después rematada en el mismo lugar por 1.500.000 de dólares.

Para remate aparece las declaraciones de un dueño del diamante maldito, Dennis Petimezas, que según palabras textuales dice: “Nunca me sentí nervioso de poseerla. He pasado todo el año estudiando la historia oscura del diamante y estoy convencido que la maldición se ha terminado. La maldición de la joya ya es historia”.

La maldición del diamante Koh-i-Noor

Bueno, si Dennis lo dice…..yo por si las moscas no quisiera tener ese diamante cerca de mi.

Una historia más actual

Una última historia con la que me tropiezo. En el año 2006, la actriz Felicity Huffman, iba a utilizar el diamante en la entrega de premios de los Oscar y decidió no hacerlo.

¿Tendría miedo a la famosa maldición del Orlov Negro?

Las únicas coincidencias que encontramos en la historia de este diamante son los suicidios del empresario de diamantes y las princesas rusas, el resto de historias deja con cierto desconcierto al lector.

Que cada uno escoja la que más le guste.

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