Al igual que el “Gargantua”,el “Tragaldabas” es uno de los “comeniños” de nuestra España, en cada zona presenta diferentes características. Hay ciertos rasgos recurrentes. Suelen mantenerse en las distintas versiones, lo cual nos permite que lo identifiquemos: un gigante cabezón, de aspecto bruto y gran voracidad, que se traga a los niños enteros y sin masticar.

Al contrario de otros monstruos que actúan sin avisar, el “Tragaldabas” advierte de sus intenciones y de su voracidad natural. Y aquellos que a pesar de todo, osan acercarse a los lugares que frecuenta, son engullidos sin rechistar.

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La identidad del insólito héroe que resuelve la situación se repite en todas las versiones, se trata de una pequeña hormiga, presente también en otros cuentos tradicionales de estructura narrativa similar: La cabra montesa, El zamparrón….

“La abuelita celebra su cumpleaños y decide invitar a sus tres nietas a comer. Cuando regresan de un recado, son devoradas por el Tragaldabas, que no tiene sentido de la medida en lo tocante a comer. ¡A ver ahora como saca la abuela a sus nietas de la barriga!”

Este personaje del folclore castellano, es también conocido como el Zamparrón o Zarrampla. Es un monstruo u ogro, de grande boca y enorme buche o barriga, con un apetito voraz. Es algo amorfo y elástico, con un estómago infernal, es capaz de ingerir a un ejército entero. De ahí su nombre, al referirse a tragar o zampar, de una atacada o sin masticar.

Es usado para “asustar niños” que no quieren dormir. Es común, a otras regiones ibéricas como el “O Papón”, el “Papón” asturiano y el portugués “O Papao”, pero al que más parecido tiene es al gigante vasco “Gargantua”.

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