El péndulo es, tal vez, uno de los métodos de adivinación más recientes que evolucionó a partir del uso antiguo que se daba a las ramas de ciertos árboles para encontrar agua y otros objetos. En 1922 el médico norteamericano Albert Abrams publicó uno de los primeros textos sobre poderes del péndulo en la detección y tratamiento de enfermedades.
Posteriormente, el péndulo adquirió formas más refinadas, tales como una pequeña esfera de cristal suspendida de una cadena de oro o un péndulo de forma de pera hecho de ébano o marfil. En la actualidad, se emplean péndulos de material plástico los cuales están huecos, de modo que pueden llenarse con algún material selecto como oro en polvo o plata. Sin embargo, muchos adivinadores prefieren el uso de un péndulo sólido de cuarzo aunque requieren de constante limpieza energética, ya que puede cargarse con facilidad de toda clase de energías que pueden interferir con su trabajo.
Para su limpieza, es muy importante , en el caso que se use un péndulo de cuarzo, que este sea limpiado antes de ser utilizado. Para ello, se debe cubrir este instrumento con sal marina y luego retirarla de la superficie. Finalmente, se debe dejar una noche a la intemperie ( si hay luna llena mejor) y una vez realizado este proceso, se debe evitar que otras personas entren en contacto con el mismo ya que pueden transmitirle su mala energía, vibraciones y quedar defectuoso para obtener respuestas en las preguntas que deseemos hacer.
Óscar Ventura