El Nahual.

En las orillas de la ciudad, por el lado de la salida al aeropuerto. Existe un terreno con una vieja casa en ruinas, lo curioso es que en esa casa hay una pared que medio destruida y con una chimenea unida a ella, es la llamada la pared de la muerte.

Cuentan en los alrededores, que perteneció a un brujo. Según cuenta la leyenda, en los alrededores en esa pared, se escribe el nombre de la persona que se quiere que muera y como se desea que pase, unos días después sucede. Eso me recuerda a la serie death note.

En una ocasión, hace unos días entraron unos jóvenes a la casa y escribieron sus nombres y como deseaban morir.

A los dos días, le toco al primero morir, el era un sádico que le encantaba maltratar animales, ese día se le acerco un perro callejero, al que le dio de comer y se lo llevo a un callejón. Lo roció con gasolina, el perro le ladró y saltó para morderlo, provocando que tirase la botella. No se percató que se mojo la camisa. Enojado con el perro, al encender el cerillo una chispa le cayó en la camisa, encendiendo de manera inmediata la ropa quemándose completamente hasta morir. Escribió en el muro que moriría en y por el fuego.

Los otros dos jóvenes, al enterarse fueron a la casa a ver la lista, el nombre estaba tachado con un arañazo como de garra. Quisieron borrar sus nombres, pero vieron que no era posible.

A los dos días, el segundo que era un vulgar ladrón, le gustaba robar una tienda habitualmente, el dueño era un anciano amable e indefenso. El ladrón un tipo de estatura normal y complexión media, y medio robusto, como siempre cometió el robo y salió corriendo, pero al salir chocó con una persona, que al tomarlo del cuello y levantarlo con una mano. Pero sorprendió al ladrón, sacando una navaja, encajándosela en el estómago, pero asustado vio que no le hizo nada y se dio cuenta de quién era. Al llegar la policía, lo encontraron afuera de la tienda con dos monedas atoradas en la garganta. Escribió que moriría ahogado en dinero.

El último escribió que no moriría en manos del brujo. Con miedo por lo pasado con los amigos y recordando su epitafio, se sintió un poco mas tranquilo.

Pero dos días más tarde, un perro rottweiler negro, callejero, lo comenzó a seguir a todas partes. Durante varios días, le hizo notar su presencia, ahuyentaba a toda persona que se le acercaba. Se comenzó a preocupar, ya que sentía su presencia en todo momento y no podía acercarse a nadie. Al grado que, por las noches en su casa se asomaba a la ventana y estaba allí, mirándolo con los ojos como brasas.

Llegó un momento que desesperado, trato de matar al perro y hasta lo golpeó. Pero el perro no lo agredía, solo lo seguía, no permitía que nadie más se le acercara. Comenzó a tener tanto miedo, que no le permitía ni comer. No quería estar solo, pero el perro siempre corría a quien se acercara. Hasta que un día, trato de esconderse del perro metiéndose en un sótano abandonado, durante varias horas hasta que la oscuridad de la noche llegó. Esta solo ayudo al perro, ya que escuchaba la respiración pero no lo podía ver. Al tratar de salir, el perro se lo impedía, atacándolo para que se regresara a el sótano. Por la noche, las ratas del lugar le comenzaron a atacar, hasta que murió por pánico y terror extremo, al no poder verlas, sentir como le mordían y sabía estaban por todas partes.

Fue encontrado dos días después de morir. Con expresión de pánico en la cara, con partes de su cuerpo comido por las ratas y como lo deseo no murió por el brujo.

Por cierto, ese terreno y la casa derruida es mía, te invito a visitarla. Por cierto, no soy brujo, soy un nahual…

El Nahual…
by Danshaggy Alv
©2014-2015 Danshaggy

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