Cristalomancia o bola de cristal
Cristalomancia o bola de cristal
La cristalomancia es el antiguo arte de recibir visiones del pasado, el presente o futuro a través de la observación de una esfera de cristal de cuarzo genuino la cual se originó probablemente en el Oriente y fue introducida en Europa por los romanos. Existen registros que indican que ya en Irlanda hacia el siglo V se utilizaban bolas como herramientas de adivinación. Sin embargo, no todas eran hechas de cuarzo sino también eran confeccionadas de aguamarina, el crisoberilo y la obsidiana.
En esta época, existían dos maneras de utilizar la bola de cristal. Una sencilla que consistía en colocarla sobre una mesa en una habitación poco iluminada para tratar de ver alguna figura que se formara en su superficie e interior.
El otro método consistía en colocar la bola frente al Sol y procurar ver su interior.
La actualidad
Sin embargo, esta práctica no se utiliza en la actualidad ya que lastima severamente los ojos.
Hacia el siglo XV, la contemplación de la bola de cristal era un método usual que requería de largos rituales de purificación, recitar interminables invocaciones y realizar otros ritos antes de indicar su contemplar. También se la untaba de aceite de oliva y, en ocasiones, se le ordenaba a un niño impúber que observara el cristal. El propósito de la mayoría de estos rituales era provocar que apareciera un espíritu dentro del cristal. En la actualidad, los adivinos profesionales consideran que ningún espíritu aparece en la bola sino imágenes que son captadas e interpretadas por ellos.
Condicionantes
.Para poder realizar una adecuada contemplación de la bola de cristal es importante que la esfera de cristal tenga por lo menos 6’5 cm de diámetro. La razón que generalmente se da para este tamaño en particular es que mientras más grande sea la esfera , mayor serán los símbolos creados en ella y, por lo tanto, más fácil será verlos e interpretarlos. Igualmente, debe estar hecha de cristal de cuarzo, no vidrio ni plástico y, además, debe ser perfectamente redonda y clara.
Se recomienda que la interpretación sea por la noche, idealmente durante la luna llena o cuando está menguando. La habitación debe tener luces tenues y la persona que interpretará deberá sentarse de espaldas a esta fuente de iluminación. El cuarto debe estar absolutamente silencioso.
No debe haber chimeneas crepitando, música, ventiladores ni siquiera murmullos que provengan de otra habitación ya que harán peligrar la posibilidad de ver algo, pues distraerán su mente del proceso.